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Pero en Cabra el año 2019 no debería pasar sin que reparáramos y a su vez celebráramos, un aniversario importante relacionado con nuestro patrimonio artístico, y en concreto con el musical. Hablamos del cincuentenario del estreno de una de las composiciones más señeras y trascendentales de nuestra Semana Santa: la marcha "Martirio". Se cumplen cincuenta años, medio siglo, del estreno de esta bella marcha procesional.
Cómo nació
El origen de la marcha "Martirio" debemos situarlo en marzo de 1967, cuando tiene lugar un trágico suceso que marcó de por vida a uno de los músicos más importantes que ha dado nuestro pueblo: el maestro José Rodríguez López. A consecuencia de un grave accidente de tráfico, muere Vicente Rodríguez López, hermano del compositor. El suceso conmocionó a la localidad y el entierro fue multitudinario, siendo el féretro envuelto en la bandera del Centro Filarmónico y escoltado detrás por la bandera del Imperio Romano.
Aquella pérdida fue especialmente dura para el maestro Rodríguez, como no podía ser menos. Le sumió en una profunda tristeza y durante un buen tiempo estuvo madurando en su mente la música de una marcha fúnebre en su memoria. Fue un proceso vital que experimentó con pesar, con incomprensión y a su vez con la esperanza en la resurrección.
No era el maestro proclive a escribir música y estrenarla en el momento, por norma general. Sino que tras un buen tiempo de composición, gustaba de madurar la idea y llevarla a su estreno si todo encajaba según sus especiales y personales formas de concebir la música. Era especialmente delicado y detallista con lo que componía y con la música a la que daba luz pública. Pero aquella música había sido una terapia en sí misma, para asumir el repentino fallecimiento de su hermano, interiorizarlo espiritualmente y acogerlo con resignación y esperanza como creyente. Fue su particular cruz, reflejada en una partitura.
Y quiso ponerle por nombre... "Martirio".
El estreno de la marcha
Fue a los dos años del fallecimiento de su hermano, cuando tiene lugar el estreno de "Martirio". En concreto el 28 de marzo de 1969, durante el pregón de Semana Santa pronunciado por D. Ramón Martín Cartaya. Entonces el maestro era director de la Banda de Música, puesto al que había llegado siete años antes, y la participación de la banda en el acto del pregón era, y sigue siendo, fundamental.
En el número 2.381 de 1969 de La Opinión, dentro de la crónica del acto del pregón, se decía: "Actúa de nuevo la Banda de Música, para interpretar por vez primera, la marcha procesional "Martirio". La pieza, bellísima y que puede parangonarse con las mejores del clásico y extenso repertorio de esta clase de obras musicales, fue escuchada con verdadera delectación por el auditorio que premió con grandes aplausos". La composición fue muy bien recibida por el público y en dicho número del periódico se subrayaba lo siguiente: "Finalmente felicitamos a la Banda de Música en la persona de su director Don José Rodríguez López y muy especialmente por el estreno de la bella marcha titulada "Martirio" de la que es autor el Maestro Rodríguez y que ha sido tan elogiada".
La marcha "Martirio"
Nos encontramos ante la segunda marcha procesional compuesta por el Maestro Rodríguez, tras el estrenos tres años antes de "Virgen de Piedra". No se trata de una marcha dedicada especialmente a una hermandad, pero dado su carácter desde su mismo origen fue una composición concebida para la Semana Santa. Constituye una de las melodías más identificativas de la Semana Santa Egabrense.
Posiblemente estemos ante su mejor marcha y una de sus obras más destacadas en general. El autor se presenta aquí entregado al papel, sin estar sujeto a corsés ni límites en la expresividad, cristalizando una partitura de gran carga emocional y musical, conmovedora desde su inicio hasta el final.
Abren la composición unos acordes desgarradores en fortísimo, creando una atmósfera tensa y épica, sobre la tonalidad de do menor que enfatiza más si cabe la tristeza del músico abatido por el llanto. Se anuncia así esta marcha de tintes dramáticos, solemne, embaucadora en su fuerza y expresividad. La alterada y enérgica música del principio se torna, en el mismo instante de iniciar la exposición del primer tema, en reposo y ritmo acompasado. El acento doliente no se desvanece, sigue muy presente, pero hay una necesaria calma en este pasaje nuclear de la obra.
A continuación, se retoma el fortísimo desgarrador, casi obsesivo, como un nuevo grito del músico donde subyace de nuevo la contradicción por la muerte de su hermano. Brotan acordes que parecen anclarse al ánimo apesadumbrado del artista y una tenebrosa atmósfera alzada sobre un rugido de viento metal que conmueve el alma. En este pasaje intermedio, a modo de puente, la música experimenta una intensa modulación a do mayor, en un tono brillante y apoteósico.
Será cuando aparezca el trío final, en modo mayor, con cierto atisbo de luminosidad en lo que se puede antojar como una confesión del propio autor en la esperanza de la resurrección. Clarinetes, fundamentalmente, recitan una hermosa melodía tranquila, sosegada, que en su repetición se ve desdoblada por unos preciosos repuntes de segundas voces, terminando la obra y cerrando así una página musical de importantes emociones encontradas.
Grabaciones y curiosidades
Ha sido registrada en trabajo discográfico en tres ocasiones. La primera fue en 1988 con la cinta que grabó la banda de música de Cabra, con distintas composiciones egabrenses y otras conocidas de la Semana Santa. En 1992 se publica una doble cinta también por la banda de música, donde también se incluye esta composición. Y finalmente se grabó en el disco que publicó la banda en 1996 como homenaje al maestro Rodríguez tras su fallecimiento en diciembre de 1995, siendo la marcha que abría el trabajo.
Quizás "Martirio" es la marcha egabrense más difundida en banda de música fuera de nuestra ciudad, siendo tocada por distintas bandas de otros rincones de Andalucía que de alguna u otra forma han estado o están vinculadas a cofradías egabrenses, como la Banda Municipal de Rute, la Banda Sinfónica de Ogíjares o la del Círculo Cultural de Calíope entre otras. En el 2012 fue interpretada por la prestigiosa Banda de Música del Maestro Tejera de Sevilla en el concierto organizado por La Opinión de Cabra con motivo del centenario de la fundación del periódico.
Actualmente la marcha "Martirio" goza de cierta vigencia en nuestra Semana Santa. Si nos atenemos a los resultados obtenidos en el estudio de los repertorios musicales de nuestra Semana Santa realizados en los últimos cuatro años, "Martirio" se ha interpretado precisamente en estos dos últimos años cinco veces, una cantidad importante si comparamos con la bajísima interpretación que existen del resto de marchas egabrenses, y si consideramos que la marcha más interpretada se coloca por norma general en las diez interpretaciones. Por lo tanto es una composición que suena con relativa frecuencia no solo por parte de la Banda de Música de Cabra, sino también por la Banda Municipal de Rute, tras el Cristo del Perdón, o la Sinfónica de Ogíjares tras el palio de la Virgen del Rosario.
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