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Apenas veinte años han pasado y en esta Cuaresma tan distinta en la que las celebraciones masivas han sido suspendidas en su mayoría, incluidas las procesiones y otros actos piadosos, precisamente internet está siendo el instrumento que invita a participar desde nuestras casas en las distintas convocatorias que parroquias y cofradías ofrecen en sus perfiles.
El propio papa Francisco está retransmitiendo la misa que celebra diariamente desde Santa Marta, sin apenas fieles y lo mismo hace el obispo de Córdoba desde la Catedral-Mezquita. Los párrocos egabrenses de la Asunción y los Remedios y Santo Domingo están también transmitiendo por internet la misa vespertina, el primero desde las Agustinas y el segundo desde el sagrario de Santo Domingo. El párroco de san Francisco y san Rodrigo sigue celebrando en la parroquia y como señalaba en un aviso, siguiendo las instrucciones del "seguirá celebrando la Misa miércoles, sábados y domingos a las 19.30. Recordaros la obligación de observar las distancias y las normas higiénicas establecidas".
Con todas estas opciones se pretende llegar a todas las personas para que, desde sus casas, puedan participar de celebraciones que habrían sido seguidas en los templos y ante las imágenes de nuestras cofradías, pero las circunstancias mandan y con estas posibilidades, al menos, se fomenta la participación.
Decía el papa san Juan Pablo II "el hecho de que a través de Internet la gente multiplique sus contactos de modos hasta ahora impensables abre maravillosas posibilidades de difundir el Evangelio". Son muchas las cofradías, no solo en nuestra ciudad, que han iniciado novenas, via-crucis, rogativas, etc. y que instan a hermanos y seguidores a que participen para vivir esta Cuaresma de una manera tan distinta como nueva. No faltan tampoco videos de otros años, relatos sobre la historia de las cofradías, fotografías y otros recursos que las redes sociales permiten compartir.
Porque en palabras de san Juan Pablo II, "aunque Internet no puede suplir nunca la profunda experiencia de Dios que sólo puede brindar la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia, sí puede proporcionar un suplemento y un apoyo únicos para preparar el encuentro con Cristo en la comunidad y sostener a los nuevos creyentes en el camino de fe que comienza entonces".
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