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Llegaba estos días a nuestra redacción un saludo muy especial. Un familiar de una egabrense ausente que ama a Cabra y sus tradiciones en la distancia, nos ha querido acercar un poco de Semana Santa que si se ha llevado a cabo, allende los mares.
El buque español Juan Sebastián Elcano ha estado dando la vuelta al mundo con los guardiamarinas de éste año y ya viene de vuelta en un par de semanas.
Disfruten como yo lo he hecho.
En el buque-escuela "Juan Sebastián de Elcano" cuando realiza su crucero de instrucción (normalmente de enero a julio) tradicionalmente se llevan a cabo, con las limitaciones propias de un barco, una copia de las principales celebraciones españolas. Esto permite que la dotación se sienta más cerca de su patria.
La Semana Santa es una de ellas. Tradicionalmente, en la noche de la madrugá, se realiza una procesión en cubierta, aprovechando las paradas para realizar un via-crucis. La parihuela donde de la Virgen va cambiando de cargadores de tramo en tramo. Son muchos los que quieren tener la oportunidad de tener ese momento de recogimiento con ella. En uno de los viajes incluso fue llevada por un tailandés (alumno de intercambio con la Armada Española).
Él era budista, pero decía: "a ver si vais a tener razón los españoles y existe vuestro Dios. Pues el día que me muera, que vuestra Virgen se acuerde que yo un día la llevé sobre mis hombros".
La novedad de este año no es solo que haya sido la única procesión en suelo español. La imagen (réplica de la Virgen de la Soledad malagueña) fue comprada por el capellán del barco. Y durante las navegaciones personal voluntario ha construido el palio.
Todo el mundo conoce al Cristo de la Buena Muerte de Mena, el Cristo de los legionarios. Pero no tanta gente sabe que con ese Cristo procesiona la Virgen de la Soledad, y que ésta va escoltada por guardiamarinas y personal de marinería.
Aunque en el barco se mantiene el ambiente castrense, la procesión no entiende de galones. De hecho, en el vídeo de este año se ve como un marinero es el que hace las veces de capataz.
El buque-escuela lleva una banda de música (de 8 componentes) para los desfiles y actos protocolarios que realiza el buque en los puertos que visita. Son ellos los que interpretan las marchas procesionales.
Además, no sería la primera vez que se da la oportunidad a que otros miembros de la dotación puedan mostrar su devoción leyendo poemas o cantando saetas a lo largo de las 14 paradas del Vía Crucis.
Durante la procesión parece que el tiempo se para, y en ese trabajo continuo que es navegar a vela, se encuentra ese momento de recogimiento y reflexión.
Ojalá que está procesión hubiese pasado desapercibida, como tantas otras durante los 92 años del barco. Eso querría decir que todo seguiría como cuando salieron a la mar el pasado noviembre.
Seguro que todos los que cargaron con el palio hubiesen preferido estar ayudando para controlar la expansión del coronavirus. Por eso, los fallecidos y enfermos por el COVID-19 estuvieron presentes, más que nunca, durante toda la procesión.
Cristo ha resucitado, ¡Feliz Pascua de Resurrección! y un afectuoso saludo para todos los egabrenses.