|
Mario González y Javier Solaz son los dos nuevos sacerdotes de la Diócesis de Córdoba que desde hoy tienen también sus destinos pastorales anunciados al término de la ordenación por el obispo cordobés. Es una costumbre de nuestra diócesis que el día de las órdenes se anuncien no sólo los destinos de los nuevos presbíteros sino que se hagan algunos cambios. Así lo ha hecho esta mañana monseñor Fernández nombrando adscrito a la parroquia de Ntra. Sra. de Consolación al hasta ahora párroco de San Francisco y San Rodrigo de Cabra, Manuel Rodríguez Adame. Su destino en Cabra se asigna al recién ordenado sacerdote Mario González que, además de párroco de San Francisco y San Rodrigo será también capellán del Hospital Infanta Margarita y de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Felicitamos al nuevo sacerdote y le damos la bienvenida a Cabra, al tiempo que deseamos a Manuel Rodríguez Adame los mejores logros en su nuevo destino pastoral y aprovechamos para agradecer su dedicación durante estos más de tres años que ha estado entre nosotros.
Mario González celebrará su primera misa el sábado, 4 de julio, a las 21:00 horas, en la parroquia de la Santísima Trinidad y María Inmaculada de Priego de Córdoba.
El otro nuevo sacerdote Javier Solaz Moreno asume su nuevo destino pastoral en la parroquia de San Mateo Apóstol de Villanueva del Duque, de Santa Catalina de Fuente de la Lancha y de San Pedro Apóstol de Villaralto. También será Capellán de las Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús de Villanueva del Duque.
Recientemente se publicaba una entrevista a los nuevos sacerdotes en la que podíamos leer algunas declaraciones del que será nuevo párroco de San Francisco y San Rodrigo de Cabra. Mario González decía al ser preguntado sobre las miras en el servicio a la Iglesia en el primer destino pastoral: "Sé que el Señor me va a mandar al mejor sitio que me tenía preparado desde siempre. También confío mucho en la Diócesis, me conocen muy bien, tanto los que tienen tomar la decisión, como el presbiterio. Es un momento de sentirte muy unido al resto de hermanos sacerdotes que sé que me van a cuidar. Estoy muy confiado respecto a mi primer destino.
También señalaba que "últimamente estoy pensando mucho en algunas frases del Papa Francisco y me gustaría ser un sacerdote de carne pero carne traspasada de amor, es decir, un sacerdote que sabe pararse en la cuneta de la vida y dar el pan de la vida que es la eucaristía y cuidar a los hermanos, en el fondo nosotros somos portadores de Dios. También ser un sacerdote realista, con las debilidades propias y me gustaría que me recordaran al final de mi vida como un sacerdote que lo único que intentó fue servir a los hermanos lo mejor que puede y hacer en cada momento lo que Dios me ha pedido".
En su homilía el obispo de Córdoba ha pedido a Javier y a Mario parecerse a Jesucristo, recordándoles: "Jesucristo quiere daros por el sacramento del orden un corazón como el suyo, que sea capaz de tener contacto directo con Dios Padre, con Jesucristo el Señor, y un corazón sensible para ver que la tremenda desgracia del hombre de nuestro tiempo, no es la pandemia o lo económico, sino el pecado". Ha indicado que "la gran desgracia del corazón humano es que se aparte de Dios y no se de cuenta" y ha asegurado que "el sacerdote está para recordar y llamar a cada uno con entrañas de misericordia".
Monseñor Demetrio Fernández ha hecho hincapié en la importancia de dos aspectos fundamentales para la vida de un sacerdote: el celibato y la pobreza. Respecto al primero, el Obispo ha explicado cómo Jesucristo ha llamado a cada uno de los sacerdotes a estar con Él. "Jesucristo nunca nos abandonará, desgraciados seremos si lo abandonados, Él nunca nos deja ni se arrepiente de los dones que ha dado, unos dones que son irrevocables y este tesoro que hoy Dios pone en vuestras manos lo llevamos en vasijas de barro que se rompen, para que se vea que una fuerza tan grande es de Dios y no procede de nosotros. Esta es la conciencia permanente en el ejercicio del ministerio sacerdotal que os acompañará toda vuestra vida", ha exhortado al tiempo que ha llamado a los nuevos sacerdotes a vivir el sacerdocio y a ejercerlo en el celibato, en la entrega de amor a Jesucristo y a la Iglesia.
En cuando a la virtud de la pobreza, el pastor de la Diócesis ha asegurado que "el apego al dinero es una idolatría, por lo que la virtud de la pobreza es un factor importante en la vida de un sacerdote" y ha añadido que "un sacerdote que vive austeramente llega al corazón de todo el mundo".
Ha concluido su homilía pidiendo a la Virgen que haga humildes, despojados y con actitud de servir al pueblo santo de Dios a estos dos jóvenes que comienzan hoy su ministerio sacerdotal, como Jesucristo y su Iglesia quiere que sean.
|
|
|
|
|
|