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El dato nos lo ofrece un manuscrito que se conserva en la Biblioteca Nacional de 1759 - Historia Instrumental de la fundación del convento de Capuchinos de Cabra escrita por el padre Fray Nicolás de Córdoba - y que, con añadidos posteriores hasta 1830, nos cuenta la crónica del antiguo convento de los Capuchinos de Cabra.
Una escueta anotación recoge el hecho por el que la Virgen del Mayor Dolor llega a Cabra hace 250 años:
"El año de 1770 se trajo por orden de la Rda. Difinición a petición del Prelado de este convento, que acababa, la imagen de Ntra. Sra. de los Dolores que se venera en nuestra iglesia; la cual estaba arrumbada en nuestro convento de Écija por haberse colocado otra hecha en Nápoles: se colocó y dió culto en el altar que hoy tiene, que se labró de nuevo, en el mismo año 6 de septiembre.
Una estampa grabada en el año 1778 ya la intitula como "Imagen del Mayor Dolor de la Santísima Virgen" y nos aporta también otro dato que amplía la información escrita ocho años antes. La estampa lo deja claro al señalar "que se venera en la Capilla del Sagrario de los PP. Capuchinos de Cabra". Esta advocación del Mayor Dolor le viene dada, además, por la leyenda que podemos leer sobre la peana en la que se presenta la imagen -sedente- y que, como ya publicamos en 2018, dice NULLUS DOLOR AMARIOR, QUIA NULLA PROLES CHARIOR, cuyo significado puede traducirse así: "no puede hallarse dolor más amargo que el vuestro, porque no puede hallarse Hijo más amado que el vuestro". Con esta frase San Buenaventura se dirigió a María y también aparece en el libro Las Glorias de María, de S. Alfonso María de Ligorio.
A partir de 1812 ya consta que existía la cofradía puesto que así lo revelan algunos documentos del archivo histórico provincial de Córdoba, siendo su primera hermana mayor conocida María de la Cruz Narváez Portocarrero, aunque sería en el siglo XX cuando retoma la actividad la actual cofradía.
Sabemos que, al menos hasta 1850-1860, la Virgen del Mayor Dolor se mantuvo en dicho convento. Sería en esos años de mediados del siglo XIX cuando pasa a la cercana parroquia de la Asunción y Ángeles como consecuencia del cierre del convento por la política desamortizadora de aquellos años. Desde entonces ha estado en la Asunción, primero en una de las desaparecidas capillas con la reforma de los años 70; luego sobre un pedestal en uno de los testeros que cerraban la antigua capilla del Buen Pastor. También estuvo en San Juan de Dios y en el sagrario de la Asunción para, finalmente, pasar al antiguo retablo de la Virgen del Carmen, ahora situado en uno de los nuevos huecos abiertos junto al presbiterio y en la que actualmente se encuentra.
La imagen de Ntra. Sra. del Mayor Dolor está atribuida al escultor e imaginero antequerano Antonio del Castillo, atribución que hizo el historiador de arte Jesús Romero Benítez, como quedó reflejado en el monográfico que dicho historiador escribió sobre el artista de la localidad del Torcal en el año 2013.
Esta fecha de hoy - 6 de septiembre - es una efemérides que la cofradía tenía previsto celebrar, pero como han señalado desde la propia hermandad "los condicionantes de esta pandemia han hecho que no se pueda celebrar el programa de actos que había pensado" por eso han pedido que se eleven "oraciones a Nuestra Madre en este día tan especial para nosotros. Hacedlo por tantas personas que han trabajado por ella, por los que la llevan en el corazón y por los que han luchado para que hoy podamos disfrutarla".
Desde La Opinión Cofrade compartimos con la cofradía del Mayor Dolor esta fecha del 6 de septiembre en la que se cumplen dos siglos y medio de la llegada a Cabra de la imagen de esta dolorosa del Viernes Santo egabrense que este año ha sido también la protagonista del cartel de la Semana Santa de Cabra 2020 que tampoco pudo celebrarse.
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