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Se cumplen 47 años de aquella dedicación del templo y la parroquia ha celebrado esta fiesta litúrgica con una solemne eucaristía presidida por el párroco Mario González y en la que han participado los grupos de la parroquia. La fiesta de la dedicación del templo es una de las celebraciones más importantes en el calendario litúrgico y gira en torno al sentido de comunidad que se reúne en el lugar sagrado donde se celebra y reserva la eucaristía, así como los sacramentos de la iniciación cristiana o las exequias. El párroco se refirió en la homilía a los aspectos que conforman el sentido de esta fiesta que es un derecho de las iglesias consagradas para celebrar cada año la fiesta del aniversario de su dedicación.
"Dedicación" es el término usado por la la Iglesia para "consagrar" los templos y sus altares. La consagración es la solemne dedicación a un propósito o de servicio especial, por lo general religioso. La palabra "consagración" significa literalmente "asociar con lo sagrado". Personas, lugares o cosas pueden ser consagrados, y el término se utiliza de diferentes maneras según los diversos contextos. El Pontifical Romano habla siempre de "dedicación" en relación con el templo y el altar. La consagración de una iglesia católica es así una ceremonia muy solemne e impresionante, en la que, mediante determinados ritos, se consagra el edificio exclusivamente al uso sacro.
El órgano y los cantos, que estuvieron a cargo de Raúl García, solemnizaron la parte cantada de la misa en un año muy especial para la parroquia como es el 50º aniversario de su erección cuando el entonces obispo de la diócesis, mons. Cirarda decretaba la creación de la nueva parroquia en Cabra. Las coplas de la Virgen de la Sierra ante su imagen servían como acción de gracias al final de la santa misa.
El templo parroquial de San Francisco de Paula y San Rodrigo se levantó sobre 3000 metros cuadrados que cedió el Ayuntamiento de Cabra, de los que el edificio parroquial ocupa unos 600 y con la financiación del Instituto de la Vivienda y Obra Sindical del Hogar. Los terrenos procedían del desaparecido convento de los Padres Mínimos de San Francisco de Paula, extinguido tras la desamortización y de propiedad municipal . De ahí el nombre que se dio a la parroquia junto al del mártir egabrense San Rodrigo, copatrón de la ciudad.
El arquitecto redactor del proyecto fue Miguel Eloy Muñoz Fernández, siendo la obra realizada por Juan Moral y Adriano Cuevas, con la supervisión del aparejador Francisco Pérez Pastor. En el altar realizado en un bloque de mármol o jaspe rosado de Cabra, que dedicó el obispo Cirarda Lachiondo, se introdujeron reliquias de mártires cordobeses. La parte musical del solemne acto estuvo a cargo del Centro Filarmónico Egabrense que interpretó la misa pontifical de Perosi en castellano.
Tras la realización de las obras por parte del Instituto de la Vivienda y la cesión del Ayuntamiento de Cabra, buena parte de los gastos para el mobiliario, objetos de culto y demás enseres del templo fueron sufragados mediante suscripción popular.
Una reseña de la celebración la podemos leer en La Opinión del 17 de mayo de 1975 en su número 2597. También en la portada de nuestro colega El Egabrense se publicaron fotos del nuevo templo parroquial bendecido hace 47 años.
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