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Iconografía de la Virgen de los Ángeles en Cabra
02.08.20 - Escrito por: Antonio Ramón Jiménez Montes
 Nos acercamos este 2 de agosto, fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles, a las representaciones de la Virgen que encontramos en Cabra con esta advocación que hunde sus raíces en la tradición que surge a partir del Concilio de Éfeso, configurando un tipo iconográfico que empieza a presentar a la Virgen María como Madre de Dios.
Comenzamos quizá por una de las más antiguas, aunque todas son obras que podemos fechar a lo largo del siglo XVI. Se trata de un lienzo sobre tabla, con apariencia de antiguo guadamecí, que podemos ver en el testero de la sacristía baja de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles de nuestra ciudad, entre el cancel de la puerta que da a la Villa y la puerta de la propia sacristía. El tipo que recoge este interesante cuadro de la Virgen de los Ángeles no sólo está relacionado con el nombre del templo, sino que responde a las representaciones clásicas y bizantinas del siglo VI. Una vez consolidadas en la pintura y escultura románicas, en el siglo XI, marca una iconografía en la que vemos a la Virgen sentada en un trono, con el Niño en su brazo, coronada por ángeles y que responde al sentir de la piedad mariana y su expresión artística.
Según podemos leer en el Catálogo artístico y monumental de la provincia de Córdoba, que recoge lo dicho por Nicolás Albornoz, el cuadro procede de una antigua capilla "primera por el lado del Evangelio fundada en 1518 por don Antón de Baeza y Herrera". La Virgen de los Ángeles aparece sentada con el Niño sentado en su brazo derecho y siendo coronada por dos ángeles o arcángeles en un trabajo considerado espléndido "con dibujo seguro y decidido, contrastando lo ondulado y quebrado de filacterias y pliegues de las vestiduras de la Virgen y ángeles con la seca geometría de trono y suelo que, gracias a la riqueza de la coloración, se ha transformado en poesía".
El modelo de Virgen entronizada rodeada de arcángeles o ángeles tiene sus primeras referencias en la denominada mujer apocalíptica pues responde al relato de san Juan en Ap. XII: "Y apareció en el cielo una gran señal: una mujer cubierta de sol con la luna a sus pies y en su cabeza una corona de doce estrellas..."
En el mismo templo, por estar dedicado a Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles, es lógica la presencia de otras representaciones con esta misma iconografía relacionada con el Misterio de la Asunción de María. Veamos alguna más.
Espléndido es también un portapaz del siglo XVI con estructura arquitectónica, de plata sobredorada e inspiración renacentista. Sobre un zócalo labrado con el anagrama JHS, dos columnas estriadas de orden jónico sostienen un frontón con tímpano rematado en tiara papal y dos remates piramidales laterales. En el centro del tímpano vemos un relieve del Padre eterno bendicente, encuadrando un medio punto que acoge un magnífico relieve de la Virgen de la Asunción. La imagen de la Virgen aparece sobre media luna y querubín, rodeada de ángeles y coronada por dos de ellos. A ambos lados de las columnas aparecen dos figuras que podrían representar a San Pedro y San Pablo, aunque no se distinguen atributos para poder identificarlos. Ya inventariado en 1590, de 26 cm de alto y 17 de ancho, al portapaz no se le ha identificado punzón, aunque se atribuyó en 1983 al orfebre cordobés Rodrigo de León.
Nos recuerda este planteamiento arquitectónico al retablo marmóreo de la Virgen del Rosario en Santo Domingo que, sobre el sagrario y el medio punto del camarín de la Virgen, tiene frontón partido y nimbado. Aunque está dedicado a la importantísima devoción dominica, tampoco faltan ángeles que rodean la elegante composición de jaspes rosado y negro que conforman este retablo.
Pero sigamos con la iconografía de la Virgen de los Ángeles en el templo parroquial que lleva junto a la Asunción, este nombre. Además de la imagen titular que preside el templo y en cuya aureola argéntea no faltan los ángeles, encontramos un interesantísimo relieve de madera tallada en la sillería del coro parroquial. Se trata del sillón del vicario que preside esta espléndida obra de arte realizada en nogal, naranjo, y cerezo o boj, y bajo el dosel con el crucificado, también de madera tallada, está este medallón que difiere del resto no sólo por perder la forma elíptica e insinuar cruz griega sino porque la Virgen de la Asunción rodeada de ángeles aparece tallada en figura completa, lo mismo que los de las esquinas de los sitiales con las imágenes de los arcángeles San Miguel y San Rafael. Esta especie de escolta a la Virgen de los Ángeles confirma con su presencia el énfasis en la iconografía asuncionista del templo. Bajo proyecto de Joaquín de Aralí, la obra fue ejecutada por Francisco Javier Pedrajas que los realizó entre el 6 de febrero de 1790 y el 24 de mayo de 1793, constituyendo uno de los pocos ejemplos de sillería coral en templos no catedralicios ni monásticos de nuestra provincia. Su ubicación, a diferencia de los que vemos en las catedrales, lo lleva a los pies de la iglesia para que los fieles tuvieran espacio suficiente, dada la naturaleza de iglesia mayor que tuvo el primer templo parroquial egabrense. Afortunadamente no pasó como con las capillas del lado de la Epístola y el coro se mantuvo en la reforma de los años 70, aunque estuvo también a punto de perderse, aunque este tema lo trataremos en otro artículo.
En este sencillo repaso por la presencia en Cabra de la iconografía de los Ángeles y Nuestra Señora, destaca el retablo lateral de la Virgen de la Asunción - o Inmaculada, no hay unanimidad en la advocación representada-, de la capilla del Cristo del Socorro en el antiguo templo de los Padres Dominicos, hoy parroquia de Santo Domingo de Guzmán. Realizado en yeserías y estucos en la primera mitad del siglo XVII mantiene la estructura arquitectónica y bajo el medio punto, como en el portapaz que hemos comentado más arriba, e incluye la coronación y presencia de ángeles que rodeaban la imagen que hoy preside el retablo mayor, aunque originariamente estuvo de esta espléndida capilla renacentista. Hoy se ha colocado una imagen de la Purísima más reciente en dicha hornacina.
Terminamos con un cuadro poco conocido y que podemos descubrir visitando el Museo de Arte Sacro de la cofradía escolapia del Buen Fin. En el trascoro de la iglesia de las Escolapias, nos topamos con una representación de la Inmaculada Concepción en la iconografía propia de la Tota Pulchra, obra anónima del mediados del siglo XVII que pudo presidir el retablo mayor antes de que Valdés Leal realizara la Visión de San Francisco en la Porciúncula (1672).
Aunque no es exactamente una representación de la Virgen de los Ángeles, el hecho de estar en un antiguo templo capuchino y dada la vinculación de la Orden Franciscana con la fiesta del 2 de agosto y la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles, terminamos con él. Llama la atención esta imagen de la Purísima, rodeada de ángeles que sostienen atributos mariológicos de las Letanías Lauretanas y en cuyo remate la Santísima Trinidad contempla una escena en la que, de nuevo, dos ángeles coronan a la Virgen María representada como mujer apocalíptica.
Para terminar, y ya fuera de los templos, hay también una llamativa representación de la Virgen de los Ángeles en un azulejo callejero que pude pasar inadvertiva. En la huerta de mi primo Rafalito Luna paseando por la Senda del Caz, podemos encontrar un azulejito a modo de retablo devocional con una imagen de la Virgen. Hay mucha gente que piensa, al verla, que pueda ser la Virgen de la Sierra, pero no, se trata de un azulejo de Nuestra Señora de los Ángeles. Procede, como él mismo nos cuenta, de una casa que derribaron en la calle Alonso Uclés "la que había junto a la antigua fábrica de Oliveres que perteneció a Angelita Valera". De allí, "casi destrozada", la recuperaron y como si de un rompecabezas se tratara, quedó completa y colocada en la fachada blanca de la huerta que nosotros cariñosamente llamamos del Chache Luna y allí, escoltada por unos pinos da la bienvenida desde el llanete y nos sirve de curiosidad para concluir esta reseña sobre la devoción e iconografía de la Virgen de los Ángeles en Cabra.
Y en cuanto puedan no dejen de visitar estos templos, el Museo de Arte Sacro o dar una vuelta por la Senda del Caz, para conocer de cerca las representaciones que hoy hemos querido acercarles.
BIBLIOGRAFÍA
Albornoz y Portocarrero, N., (1909) Historia de la Ciudad de Cabra. Madrid: Fortanet.
Casas Sánchez, J.L. (coord.), Ruiz Ruiz, A., García Montoya, F., Leiva Briones, F., García García, J., Moreno Hurtado, A., Luna Leiva, R., Guzmán Moral, S., y Jiménez Montes, A.R. (1999) Guía Histórica de Cabra. Cabra: Ayuntamiento de Cabra
Ortiz Juárez, D., Bernier, J., Nieto Cumplido, M., y Lara Arrebola, F. (1983). Catálogo artístico y monumental de la provincia de Córdoba. Tomo II Cabra-El Carpio. Córdoba: Diputación Provincial.
Trens, M. B. (1947). Iconografía de la Virgen en el arte español. Madrid: Plus Ultra.
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