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Una columna singular de la Iglesia del Cerro
17.08.20 - Escrito por: Antonio Moreno Hurtado
Hace unas semanas nos referíamos a las grandes obras de consolidación de la ermita de San Juan Bautista entre el año 1690 y 1716.
Decíamos entonces que, el día 1 de abril de 1671, ante el escribano Juan Salvador del Moral, la Obra y Fábrica de la iglesia de Señor San Juan y Francisco Pérez Romo, maestro de albañilería, otorgaban una importante escritura de compromiso. Se trataba de hacer una gran reforma y refuerzo de los elementos fundamentales del templo.
En el año 1690, Francisco Pérez Romo tiene que intervenir de nuevo. En las cuentas de Fábrica de ese año se indica que la techumbre amenazaba ruina y que había habido que apuntalar "las arquerías".
En las cuentas de 1692 se dice que Francisco Pérez Romo había levantado "el testero de la iglesia que da al campo y sitio llamado de los Carneros, sacándolo de cimientos, de mampostería con verdugadas de ladrillos, una portada de ladrillo y la pared correspondiente al huerto de la Santería". Es decir, se había reedificado el resto de muros, salvo el del altar mayor, que lindaba directamente con la muralla. En ese tiempo era Obrero y Mayordomo el presbítero don Félix Francisco del Canto.
Las monjas agustinas ocuparon la ermita desde el año 1697 hasta el de 1707, cuando se trasladan a su domicilio actual en la placeta de Juan Márquez.
De modo que, desde el año 1707, las cosas vuelven a su situación tradicional en la ermita de San Juan Bautista. Pero poco tiempo pasa antes de que haya necesidad de nuevas obras en la ermita.
El día 23 de septiembre de 1711, los hermanos de la cofradía de San Juan Bautista se dirigen al obispo para comunicarle que el templo está casi en ruinas y solicitan que se autorice su reedificación.
Según las Cuentas de Fábrica de ese año, el Obrero y Mayordomo había comprado 9.000 ladrillos, ocho columnas de piedra blanca y otros tantos capiteles y basas de piedra encarnada.
En ese tiempo era Obrero de fábrica el seglar don Juan Pérez, procurador del número ante la Justicia local y Hermano Mayor de la cofradía de San Juan Bautista.
Pero la nueva obra de reedificación, por diversas razones, no sería una realidad hasta cinco años después, dirigida ahora por el alarife Jerónimo de Priego. En 1716, queda constancia del derribo total del templo y su nueva construcción, desde los cimientos.
Pero el edificio iba a dar de nuevo muestras de debilidad al cabo de pocos años. En estas circunstancias aparece la figura de Marcos Carrasco que había casado en Cabra con doña Estefanía del Moral Morales Negrete, el día 5 de mayo de 1700. La novia vivía en la calle de Alonso Vélez. El novio en la cuesta del Bachiller León. Era hijo de otro Marcos Carrasco y de María Belmonte Tejero. La novia era hija de Melchor de Orgaz Morales Negrete y de Ana del Moral.
Marcos tenía gran interés en tener un hijo varón al que poner el nombre de Marcos, como su padre y sus ascendientes durante varias generaciones.
Un primer Marcos Carrasco fue bautizado en Cabra el día 2 de mayo de 1599, que casó con Ana María Moreno. De este matrimonio nacerían Victoria y Marcos Carrasco. Victoria Carrasco casó en 1641 con Agustín de León.
Este Marcos Carrasco, padre de nuestro héroe, casó dos veces. Una, el 28 de diciembre de 1659, con María Belmonte Tejero y la segunda vez, el día 20 de octubre de 1680, con Antonia María del Moral. Seguía viviendo en la cuesta del Bachiller León. Hija del primer matrimonio y hermana de nuestro Marcos Carrasco, fue Teresa Carrasco, casada en 1692 con Juan Valera.
Volviendo al matrimonio de Marcos y Estefanía digamos que, a finales del año 1700 nace Teresa Carrasco, que iba a casar en 1720 con Juan Pérez Romo.
En 1715 nace la segunda hija de Marcos, María, en un nuevo intento de conseguir un hijo varón.
Por fin, en el año 1718, iba a nacer el hijo tan deseado, Marcos, que iba a culminar la larga ilusión del padre.
Por ese tiempo, se produce cierto incidente en la ermita de San Juan Bautista y hay que sustituir una de las columnas que soportan la techumbre. En acción de gracias, Marcos Carrasco ofrece pagar el importe de la nueva columna, que había de llevar una inscripción con su nombre. La columna tiene unas características ligeramente diferentes a las otras siete del templo.
En su fuste se puede leer "Esta pila dio de lim(osn)a / Nª Sra. Marcos Caras / co. Año de 1719"
Marcos, convencido de deber el favor a la Virgen de los Remedios, murió en Cabra en junio de 1725.
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