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Nuevos documentos sobre la hermandad de la Virgen de los Remedios (y III)
01.04.21 - Escrito por: Antonio Moreno Hurtado
 El día 18 de abril de 1838, don Valentín Alguacil, Hermano Mayor de la cofradía de los Remedios, paga los derechos parroquiales correspondientes a la procesión del Jueves Santo de ese año.
En el año 1839, el obispo de la diócesis envió una carta felicitando por la brillantez de los desfiles del Jueves Santo, citando expresamente a las cofradías de los Remedios y Santa Cena, así como a las hermandades de la Magdalena y San Juan Evangelista.
Con frecuencia encontramos escrituras que hacen referencia específica a la cofradía de la Virgen de los Remedios, sin citar a la Vera Cruz, como es el caso de una del año 1841, ante el escribano Manuel del Pino Sandoval, en que Francisco de Paula Moreno toma en arrendamiento una finca de la misma.
En el año 1843 nos encontramos con una curiosa sentencia del Obispado de Córdoba sobre la iglesia de San Juan Bautista del Cerro. Se trata de un viejo litigio sobre la capellanía de las hermanas doña Luisa y doña Martina Gómez de Aguilar Colodro y Aranda. El día 2 de octubre de 1843, el licenciado don Antonio Aguado, Chantre, Gobernador Eclesiástico y Vicario General de la diócesis, por ausencia de don Antonio María Asencio, nombrado por el obispo don Juan José Bonel y Orbe, comunica al Vicario, Rector y curas de las iglesias de Cabra, que, con fecha 6 de diciembre de 1841 se había dictado sentencia por el Tribunal Eclesiástico en el pleito iniciado por el clérigo don Valentín Alguacil, "como Hermano Mayor de la fábrica de la ermita de San Juan Bautista y Nuestra Señora de los Remedios de la villa de Cabra" y los también presbíteros don Francisco Antonio Ruiz Santaella y don Francisco de Paula Díaz Moreno, con sus procuradores don Marcial Gálvez, don Rafael Valero y don José Valero y Roldán sobre la "provisión" que en la citada ermita fundaron las hermanas do doña Luisa y doña Martina Gómez de Aguilar y Colodro. La capellanía estaba vacante el día 10 de agosto de 1840, por fallecimiento de don Gregorio de Priego, su último poseedor.
Vistos los autos y méritos de don Valentín Alguacil se falla en su favor como opositor a dicha capellanía. Firma el licenciado Antonio María Asencio.
Pero Santaella había interpuesto una apelación ante el Arzobispo de Toledo y Primado de España. Sin embargo, "no se presentó a verificar la remesa de los documentos" y un Auto, de 18 de enero de 1842, declara desierta la apelación y confirma el otorgamiento de la capellanía a Alguacil, que presentó las fianzas necesarias para la administración de los bienes de la misma.
Está fechado el día 2 de octubre de 1843. Firman Aguado, el licenciado Serrano Villalón y el doctor don Elías Portocarrero. Se expide un traslado el día 4 de octubre de 1843, en Córdoba. En el año 1844, la novena a la Virgen de los Remedios se inició el día 23 de marzo.
En el año 1846, Joaquín Márquez restaura el Niño de la Virgen de los Remedios, al que "ha compuesto los ojos y retocado todo el cuerpo". Cobra 60 reales.
El día 1 de abril de 1849, se produce un escrito de la cofradía de Jesús Preso al vicario don Vicente Cándido y López sobre el orden que habían de llevar los estandartes en la procesión del Jueves Santo. Se argumenta que la cofradía de los Remedios no tiene autorización real todavía y que la de Jesús Preso sí la tiene. Los dos hermanos mayores son presbíteros.
Se trata de una comparecencia "para esclarecer ante la Autoridad Eclesiástica la forma en que ambas cofradías habían de concurrir a la procesión del Jueves Santo en la tarde, de que una y otra forman parte".
El señor Mora Garrido expone que "aunque, en virtud de haber obtenido la Cofradía de Jesús en Prisión la Aprobación Real y la del Ordinario, requisitos de la que la segunda carecía, encontrándose, por lo tanto, en clase meramente tolerada, no se le podía disputar el derecho de antigüedad y presidencia bajo todos los conceptos. No obstante, deseoso de contribuir a la unión y armonía que debe reinar entre las hermandades competentes de una misma procesión, solo debía de haber las tres prerrogativas siguientes:
Primera: Acompañar su Cofradía, como más autorizada, a la Cruz de la Parroquia para el acto de la procesión.
Segunda: Poner en la misma igual número de demandas que la de la Virgen de los Remedios.
Tercera: Llevar en ella, inmediatamente después de la referida imagen de la Virgen, el estandarte de Jesús en Prisión."
Escuchada la propuesta, el Hermano Mayor de los Remedios propone que sean las dos cofradías las que acompañen a la Cruz parroquial y que lleven el mismo número de demandas, pero no acepta que el estandarte de Jesús Preso vaya detrás del de la Virgen de los Remedios.
El vicario dictamina que las dos cofradías acompañen a la Cruz parroquial, aunque colocando en lugar preferente el Pendón de Jesús Preso sobre el de la Virgen de los Remedios y que ambas cofradías hagan las postulaciones "de mancomún".
Que el estandarte de Jesús Preso siga en el lugar que ha tenido hasta ahora, pero que, "en las reuniones generales de todas las Hermandades de esta Ciudad, llevará el lugar que le corresponde por la fecha de su Real Aprobación".
Los dos hermanos mayores aceptan las nuevas condiciones y firman el acuerdo, junto al vicario, ante el notario apostólico Francisco de Paula Díaz y Moreno.
Es decir, se deniega a la cofradía de Jesús Preso que su imagen vaya detrás de la de la Virgen, un puesto de privilegio al que aspiraba al ser ahora su cofradía más antigua legalmente.
El día 12 de enero de 1850, el Hermano Mayor de la cofradía de la Virgen de los Remedios se dirige a la reina Doña Isabel II solicitando se concedan indulgencias a los hermanos de dicha cofradía. En su nombre, lo hace el Hermano Mayor don Valentín Alguacil Cubero, presbítero.
El día 8 de julio de 1850, el secretario de la cofradía, don José García recibe 140 reales para la "saca" de documentos para la Aprobación Real de la cofradía.
Según dicha Real Cédula, su titular era la Virgen de los Remedios, con lo que, legalmente, la antigua cofradía de la Vera Cruz desaparecía como tal, al no haber actualizado sus Estatutos ni solicitado la autorización real.
En un Cabildo de fecha 15 de junio de 1853 se nombra nuevo Hermano Mayor "de la hermandad de Señor San Juan Bautista y Nuestra Señora de los Remedios". Ha fallecido don Valentín Alguacil y Cubero, anterior prioste y la cofradía cede el derecho de nombramiento a doña Antonia Cubero Jiménez, viuda de don Francisco Alguacil Zafra, que había sido Cuadrillero Mayor entre los años 1785 y 1789. La viuda delega el nombramiento en su nieto don José María Carrera Alguacil.
El día 18 de marzo de 1855, don José María Carrera Alguacil paga a don Joaquín Martínez Angulo 120 reales por "la composición y retoque" de la imagen de la Virgen de los Remedios.
En el año 1863 la cuota de reconocimiento anual de los hermanos era de 4 reales. Según lo recaudado ese año, había 57 hermanos varones y 12 mujeres.
El día 8 de marzo de 1865, don José María Carrera Alguacil, Hermano Mayor, paga al pintor don Rafael Hernández, 57 reales de vellón por pintar una "lámina nueva" de la Virgen de los Remedios para su estandarte. En ese año se pagaron a Juan Barba 800 reales por la compra de 20 estrellas para acompañar a la Virgen. En el año 1866, el platero Antonio Crespo Merino, declara recibir "unos milagros de plata", tasados en 78 reales, para hacer unas pulseras para la Virgen.
El día 8 de abril de 1874, la cofradía paga a don Antonio de Quesada "la compostura y pegadura" de la media luna de la imagen de la Virgen de los Remedios.
Entramos en el siglo XX y el día 1 de enero de 1901 se hace un inventario general de ornamentos, objetos de culto y bienes pertenecientes a la iglesia de San Juan Bautista, a petición del Hermano Mayor de la Virgen de los Remedios, don Antonio González Carrera, elegido en el año 1897.
El resto de la historia es sobradamente conocido por tradición oral y por trabajos específicos sobre el tema.
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