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Pregón a San Rodrigo, mártir

Asunción y Ángeles y Demonios (IV-V)

Pregón Barrio del Cerro 2014

07.05.14 - Escrito por: Eduardo Luna Arroyo

EN PRIMER LUGAR SALUDAR Y AGRADECER A MI PRESENTADOR Y AMIGO, JESÚS GÓMEZ ROLDÁN, SUS PALABRAS QUE SEGURO NO SON MERECIDAS HACÍA MI PERSONA. GRACIAS AMIGO POR DEMOSTRAR QUE LO ERES, QUE ES LO MÁS HERMOSO DE ESTA VIDA. ERES UN GRANDE Y TU ESTATURA ESTÁ IGUALADA A TU GRANDEZA COMO PERSONA.

QUERIDO ALCALDE, DON FERNANDO PRIEGO CHACÓN Y CORPORACIÓN MUNICIPAL, HERMANO MAYOR Y JUNTA DE GOBIERNO DE LA ARCHICOFRADÍA DE LA VERACRUZ Y VIRGEN DE LOS REMEDIOS. MEDIOS DE COMUNICACIÓN, VECINOS Y VECINAS DEL CERRO. Y POR ÚLTIMO, QUERIDA ASOCIACIÓN DE VECINOS SANTA MARÍA LA MAYOR. GRACIAS TOMÁS Y MIGUEL POR HABER PENSADO EN MI PARA ESTAR HOY AQUÍ Y EXALTAR LAS VIRTUDES DE ESTE ENTORNO VITAL DE CABRA QUE EXPLOTA DE JÚBILO Y ALEGRÍA EN LOS DÍAS QUE NOS QUEDAN POR VIVIR.

Barrio de Cabra, barrio hermoso de la ciudad más hermosa, del caudal de la belleza que se abre paso por seductores espacios de cercanía y familiaridad.
Barrio de Cabra, barrio de barrios y sonidos, colores y arcos y más arcos que todos y cada uno de ellos abrazan las piedras de la humildad de gentes que generación tras generación han vivido entre calles empedradas, estrechas, empinadas, engalanadas de Abril por Mayo y a Mayo lo enrojecen con el color de sus fachadas radiantes con nombres de mujer e historias de pan tostado y café con leche mientras se escucha la dulce llamada de las campanas de su iglesia.
Como quieres que te vista Barrio de mis barrios? Como quieres que te llame, si entre tus calles se escuchan nombres benditos, Remedios, Piedad, Amor y Rocío. Esta última, Tu celestial vecina, la que es flor y gitana, bronce y martillo, paz y esperanza, agua clara, vendaval de belleza, Rocío gitana del barrio más gitano, vecina de enaguas blancas y rostro moreno.
Celestial Madre de las flores, de las macetas, del cuidado, de las perlas del rosario, del amor de los amores. Madre gitana del Cerro, Cerro de Cabra y de Madres, Barrio de sol y de cal-
Barrio de Cabra, barrio de la ciudad más hermosa, barrio del Cerro, bella flor de la primavera más clara.
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Lo más hermoso de la vida no es pasarla, es vivirla.
Empatizar, ser creativo, saludar, sonreír, un buenos días, un que pasa como la vida, un mañana me paso por tu casa, un déjame como regalo una sonrisa. La vida es una acuarela y nosotros somos el pincel que la dibuja sobre atardeceres prisioneros y mañanas sobrecogidas por la paz y el sosiego del sonido de la fuente del avellano. Por cada calle se respira sosiego, serenidad, alma, mucha alma a cada paso que damos.
Cuesta de San Juan, Huertos, Morería, Albornoz, Alrededores de Santo Cristo, Toledano, La Fuente, Puerta del Sol, Baños de San Juan, Alrededores de Baños de San Juan y calles y más calles y esa Plaza que lleva el nombre más hermoso de cualquier plaza de Cabra, Plaza de Santa María La Mayor. Allí una cruz nos recuerda que pisamos en terreno de Fe, de cúpulas viejas y columnas centenarias, de puertas que se abren para mostrar la casa de todos, dónde nos apoyamos para implorar y rogar, el faro del Cerro, las puertas del cielo, el verde de la esperanza, el blanco de la pureza, la iglesia que hunde en las raíces del tiempo este barrio, su carisma, su tangible paraíso, el lugar dónde la palabra paz se hace grande. La Iglesia del Cerro, la iglesia de sus cuatro hermandades, la iglesia de los que gustan de recordar viejos tiempos, la iglesia de San Juan Bautista, la iglesia dónde nos consagramos como vecinos. La iglesia del cerro es la iglesia de un barrio que ruega entre columnas que cobijan la belleza entre calles que son perlas sostenidas por la Virgen de los Remedios entre sus manos de niña y Madre de sus vecinos. Aquí tenemos una iglesia y esa iglesia bendice todas sus casas y esa iglesia es la visita diaria, el alma de un barrio, las campanas de un recuerdo, el aroma cofrade de luces que son diferentes a las de cualquier parte de Cabra. Porque amigos, aquí en el Cerro tenemos un faro de paredes blancas e historia viva, aquí se forjaron historias de muchas historias de muchas gentes que hoy desde su particular cielo, viven, sienten, aman y gozan de su pequeño cofre sacramentado que se llama San Juan y es el vecino más antiguo de este antiguo barrio del Cerro.

Fiestas de la Cruz, las más pintorescas de Cabra, tradicionales sensaciones que se repiten por Mayo entre cruces de flores, inocencia infantil, costumbrismo y radiantes días de júbilo. En estos días que nos quedan por vivir las casas se abrirán para visitar sus patios cuidadosamente mimados y cuidados para el disfrute monumental de algo tan delicado como los adentros de cualquier hogar. Casas que se abrirán para recibirnos a todos y ver el trabajo constante de mujeres y hombres que aman a las plantas y las cuidan, miman, acarician, alimentan y se alimentan de satisfacción. Los patios más coloristas y encantadores nos acercan al sabor de este barrio que lucha contra los grises de las nuevas edificaciones. En cada patio hay una historia, en cada flor un retrato de la dueña o dueño del entorno. Por cada flor un palabra, por cada palabra una flor que nace y viste a la primavera de colores y más colores. El Cerro es un abanico de arco iris multiplicados por decenas, el geranio se alza para embellecer su barrio y cambiar lo tenue del invierno por la alegría de la primavera. Y las rosas explotan de hermosura por cualquier esquina, por cualquier revuelta dónde te esperan para enamorarte y convertirte a la religión de lo bello y lo cercano. Decir Cerro en Mayo es decir primavera de los sentidos, de olores embriagadores, de sentidos y sentimientos que nacen en cada paseo en la soledad necesaria que todos buscamos cuando algo nos consume. Decir Cerro es decir familia, zaguanes de todos, es decir patios y flores, es decir compañía y charla de media tarde, es mañana y atardecer, es un relicario de arcos, una estampa costumbrista. Decir Cerro es no sólo esto, decir Cerro es decir, vida, cielo, nubes celosas del sol que lo acompaña, alegría, cruces, azahar tardío, geranios, verde sembrando de savia nueva. Decir Cerro es renacer a la vida de nuevo y renovar la más perfumada promesa de un nuevo Mayo florido, decir Cerro es sumergirse en los patios de sus vecinos y buscar entre sus paredes la más pura esencia de Cabra////////
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Como me gustas gitana, te veo de tarde en tarde pero me tienes enamorado.
Qué guapa eres gitana de mis desvelos. Que bella te ves en tu hornacina de verde y oro sobre peana de alpaca plateada.
Tu eres del Cerro de toda la vida? O te viniste a este barrio porque querías ser la vecina más hermosa y ser flor entre las flores?.
Tus Manos para cobijarnos, tus ojos para cautivarnos y tu luz para guiarnos. Me gusta tu nombre gitana, me gusta la fuerza de tu impronta y verte salir de tarde en tarde para bendecir las calles más calés de este barrio que está preñado de dulzura para verte cada mañana.
Te llamas Rocío.... me han dicho las vecinas. Saben que te rondo cantándote aves marías y rezándote para que ilumines nuestro caminar. Moza celestial, princesa de los corazones que buscan en tu belleza su consuelo, dolorosa de bronce, encantadora vecina que da luz a la luz de tus meses más bellos. Contigo no hay cruz, ni tormentos, ni días largos que adormecen el alma. Contigo hace unos años el Cerro recibió una nueva vecina de excepción. En su hornacina entra el primer rayo de sol de la mañana y la última luz del atardecer. Rocío, más gitana que tú en este barrio, nadie, de ninguna de las maneras. Vecina celestial y reina de las flores más hermosas del jardín del júbilo de este barrio que hoy y siempre se viste de fiesta. Tu Rocío, más Rocío que nunca, la vecina más gitana del viejo barrio de Cabra.


Hace cientos de años y por estos días, los vecinos presurosos y prudentes, comienzan a engalanar con naturaleza viva las fachadas de cada una de sus casas.
Vemos colores por cualquier rincón o plaza, la primavera nos regala estampas costumbristas que ya dibujara Valera en sus libros para ilustrar a sus lectores sobre las bellas y pintorescas fiestas de aquel barrio típico de su pueblo natal.
El agua es otro recital de poesía. Mientras paseas, un poema de agua clara en la plaza de santa maría la mayor, mientras sueñas, la fuente de la cuesta del avellano que azul y blanca reluce más que el sol que la ilumina de hora en hora. El agua es vida de miles de plantas que necesitan de ella, igual que nosotros. El agua siempre ha sido un pilar fundamental en este barrio de guirnaldas naturales que cuelgan en cada balcón para maquillar con galerías cromáticas las paredes que han desafiado al otoño y al invierno. El agua del Cerro es pura y cristalina, es serena y dulce, es vida y resurrección, es salvaje y cotidiana, es sabor y sal, el agua da vida a este barrio y sin ella no se concibe un Mayo de vida y esperanza de colores. El agua es remedio para el sediento y calma para el que busca su propia paz interior. El agua es el alma de Cabra y en este barrio de sensaciones se recrea para mostrarnos lo mejor de ella misma dando vida a la vida que nace y vuelve a nacer por rejas y balcones, por ventanas y plazas, agua de sal y cal, agua de sueños florales colgando de paredes blancas.
Agua de eternidad, agua del alma más pura de Cabra que das vida al color y la locura de sueños colgados de paredes blancas.

Que trono de grandeza y humildad quiso Dios consagrar en este barrio. A la sencillez le puso Remedios y la rodeó de flores para hacerla Madre gloriosa en el mes de María Santísima. Remedios que de blanco y oro nos recibes con el amor de los amores en tu mano izquierda para presentarnos al divino niño que vive en tu regazo todos los días del año. Tu barrio te corona de flores, te dedica plegarias, te reza cada jueves del año para convertirte en su Reina preciosa, elegante, brillante, rodeada siempre de miles de flores que exornan tu altar, tus plantas y los misterios del rosario. Remedios por balcones y rejas, Remedios de ruegos y promesas, arca de la alianza sagrada en altares barrocos que guardan la humildad que reina en tus ojos y en tus dulces manos. Virgen del Cerro, Madre de tallo verde sano y fuerte. Tu que guardas cada calle y cada piedra de estas calles que te adoran y te esperan. Virgen de los Remedios de Cabra, de gloriosas campanas que repican a gloria mientras su espadaña que encumbra nuestro barrio anuncia tu salida en Mayo, sin lutos ni lágrimas ni sangre por la cruz. Remedios coronada de flores, remedios de piedad y amor fraterno, remedios de jueves y plegarias, remedios de alma blanca de Cabra, ruega por nosotros pecadores, ruega Reina de Mayo, Reina de todas las fragancias.


Cada año, el barrio elige como es tradicional a
Sus bellas representantes. La reina de las fiestas de la Cruz y sus damas que se erigen en embajadoras durante unos días de la belleza femenina que engalana su barrio en estos cuatro días. Reirán, llorarán, se emocionarán y todo lo harán por estar con sus gentes y compartir la alegría sin mesuras de estas jornadas que estarán llenas de fantasía y revuelo, impaciencia y solemnidad. A ellas, decirles que se sientan orgullosas de sus familias, amigos, paisanos, vecinos y vecinas que las saludarán y las piropearán a cada paso que den. Nuestra reina y sus damas, ALBA CAZORLA ARROYO, INMACULADA VALVERDE PORRAS Y ERIKA SERRANO RODRÍGUEZ, quieren que toda la ciudad acuda a enorgullecerse de lo bello y limpio que está su barrio, encalado, blanco, transparente, sencillo como su gentes, humilde, trabajador, mirador de huertas, espejo de murallas, sueño empedrado, caricia de brisa matinal, recuerdo permanente del baño san juan, ecos de flamencos, del niño de Cabra, de niños con cruces y limosna de Oh María Madre Mía o Consuelo Celestial.....
Sentiros orgullosas de este barrio porque es el orgullo de una ciudad y el relicario de la blancura y el amor de unos vecinos entregados a la belleza que nace por Mayo y nos llena de olores el corazón más cabreño que explota en sensaciones cuando cantamos su nombre en cualquier calle de las calles del Cerro.


Los arcos blancos son puertas que se nos abren para que entre el recogimiento de algún vía-crucis o la luminosidad de alguna mañana de verano, dónde comprobamos que son puertas pero sin ningún tipo de fronteras.
Los arcos son puertas invisibles que nos marcan las horas, la una, las dos, las tres, la doce, las cinco.
Arcos de luz, arcos de san juan, arcos de flores, arcos de labios prisioneros y de amantes a escondidas, arcos de familias humildes, arcos de sagrarios, arcos de niñas bonitas, arcos de capillas, arcos de plazas y niños, arcos de cruces, arcos de las abuelas, arcos de una lágrima que se escapó antes de tiempo, arcos de viento y lluvia matinal, arcos de puerta del sol, arcos del sí y del no. Arcos de lo que no volverán a verte más, arcos de los que nacen a tu vida que es la nuestra. Arcos de sombras y dolores clavados. Arcos de azulejos azules. Arcos de tarde de Viernes Santo con Cristo descendido. Arcos de novios. Arcos de verdades y mentiras, arcos de mi corazón dónde recuerdo y resucitó cada vez que atravieso esa puerta invisible que sólo se puede vivir en este barrio de los barrios de Cabra. Arcos para morir y nacer cada día a tus plantas. Arcos, arcos, arcos de la historia de Cabra.







Pensabais que me iba olvidar de vosotros?, pues no ha sido así porque sois la ventana flotante de miles de historias. Los balcones del Cerro son esa nube de flores que cuelgan y nos dejan entrever el cariño de los que gustan de cuidar las flores tan típicas de nuestro barrio. Balcones de poemas, balcones de inspiración valeriana, regueros de tierra, vida y color en una misma persona siendo una sola.
Aquí el balcón es una estampa para rememorar que la vida ha vuelto a renacer y los colores rojos, amarillos, morados, verdes, nos hacen sentirnos orgullosos de la cal y el sol que son un matrimonio indisoluble y que en Cabra se doctoraron en belleza.
Balcones que dentro guardan la vida diaria, por dónde sólo entra el aire y por fuera, macetas de colores. Balcones y ventanas que son el escaparate de la primavera en Cabra, los balcones del cerro son obras efímeras de flor y amor. Desde tus balcones se ven las estrellas más cerca y se tocan orillas infinitas de flores que cuando las acariciamos somos herederos del legado de los cuidados de gentes sencillas que nos devuelven al origen inmediato de lo que somos y de dónde venimos.
Los balcones son la cúpula sagrada de la flor, viven de la luz, nunca mueren porque son eternos, los balcones del Cerro son los balcones por excelencia, son la carta de presentación de cada casa. Los balcones del Cerro son el libro de las pasiones, son el color y la sencillez, son la antesala de los patios, son flor de medio día y recreo de la luna. Si fuera balcón, sería del Cerro, dónde jamás moriría y aquí cada mañana me harían eterno.

No voy a escatimar en elogios hacia las personas que día tras día, cuidan de todo lo que tiene que ver con los problemas y las vicisitudes de su barrio. Un barrio no se puede cuidar de fiestas en fiestas. Hay que cuidarlo siempre porque es ese espacio de vida diaria, ese lugar que nos hace mejores, haciendo mejores a todos los que nos visitan. Todas las juntas directivas de esta asociación de Santa María la Mayor han hecho su labor y han trabajado para que las demandas de los vecinos se escuchen, los nuevos proyectos se lleven a cabo tras interminables gestiones y reuniones.
Todos a lo largo de estas últimas décadas se han preocupado por defender la grandeza de este barrio y hacerlo tan hermoso y bello como nos lo encontramos hoy en día. Cuidando hasta el último detalle, conservando el centro cívico en perfectas condiciones, siendo celosos de la limpieza de sus calles. A todos ellos y a la preocupación por preservar nuestro pasado en las mejores condiciones tenemos que agradecer que hoy gozámos de un barrio típico andaluz y típico cabreño, sin olvidar la estrecha colaboración con las distintas corporaciones municipales. Faltan mejoras que me consta están proyectadas y en mente para seguir mejorando el entorno de sus plazas y calles.
Un barrio es su gente y lo que vemos cada día es su gente reflejada en la belleza interior de cada uno de ellos. Gracias vecinos y vecinas del Cerro por haber hecho a lo largo de todos estos años y de vuestras preocupaciones, la perla viva y reluciente de nuestra ciudad.






Por ella entramos y por ella salimos, por ella nos remontamos a nuestro orígenes y por ella nos sumergimos en la marea de su belleza. Por ella cruzamos para entrar a nuestro barrio y allí recordamos los años pasados y las anécdotas de los viejos sabios del lugar. Por ella cruzamos a otro tiempo, a otra forma de entender la vida con una marcada personalidad. Sin ella puede que no fuéramos lo mismo, porque es tan nuestra y tan característica que puede que no fuéramos nada sin ella. La puerta del Sol, nuestra particular entrada a lo cotidiano, a lo angosto, a lo recóndito y sencillo, a lo célebre y a lo escrito por escritores y personalidades de nuestra ciudad, que han dejado ríos de tinta en las páginas de la memoria hablando de este ancestral barrio de las sensaciones.
Nadie que venga puede irse sin verte, sin escuchar el silencio que embriaga al alma y la convierte. Nadie puede dejar de acercarse a ti, barrio del Cerro, cuando desde miles de kilómetros llegue a Cabra y se lleve el recuerdo y el sabor grabado de tus calles, plazas, patios, rejas, balcones, blancura bendita.

La Puerta del Sol, es ese lugar que siempre que lo vemos aparecen en nuestra mente las fotografías del color, el geranio y la hermosa calma de este barrio que es barrio de los barrios de Cabra. La Puerta del Sol también es la puerta a las Fiestas de la Cruz que son las más tradicionales y antiguas de nuestra ciudad y que año a año se renuevan para ofrecernos un pedazo de cielo en Cabra. La Puerta del Sol, es la puerta que nos da paso a la historia de nuestra ciudad, la puerta del sol es la puerta del brillo y la orfebrería natural de sus macetas y patios.
Puerta del Sol de Cabra, puerta que abre las historia de la más bella historia que hace y convierte a los egabrenses cada mes de Mayo , desde el corazón de Andalucía.

El sol nos acompañará de nuevo para regalarnos su inmensa luz primaveral. Sonarán salves a la Virgen de los Remedios y cánticos antiguos de Cabra, los niños portarán el madero hecho flor extraída de la tierra de Cabra. Nuestro barrio será la casa de todos los que quieran venir a verlo y a disfrutarlo. Es un momento único para recrearse en el tipismo, el folclore, la cercanía y la familiaridad. Porque no podemos olvidar que un barrio es una casa de vecinos grande, dónde entra todo, lo bueno, lo malo, lo cotidiano, lo verdadero, lo puro y lo singular.
Somos en estos días un palacio de sensaciones, con reina y damas, con guardianes de sus templos de flores disfrazadas de mil colores. Vengan, visítennos, paladeen el sabor antiguo de un barrio milenario. Déjense atrapar por la cal de sus paredes, por sus arcos y sus calles empedradas, por el olor a geranio. Déjense atrapar por las Fiestas de la Cruz del antiguo barrio del Cerro.
Mientras los atardeceres van cayendo uno a uno por las ventanas de cualquier casa.
Vienen a mí los recuerdos de paseos interminables por callejitas de piedra.
Ese sol tan travieso que te hace tan bonita.
Un hola buenas tardes, pero siempre una sonrisa.
Déjame cantar tu nombre una vez más.
Cerro de mil amores encendidos en flor.
Cerro de calles angostas por dónde pasa el agua de la vida.
Cerro déjame quedarme contigo por Mayo.
Cerro, barrio de los barrios de Cabra.
Balcón de balcones, patios multicolores.
Cerro algarabía de niños con cruces gloriosas.
Cerro, de Remedios, Piedad, Amor fraterno y Rocío.
Cerro, hoy planto mi corazón y me entregó a ti en cualquiera de tus patios para cantarte y soñarte.....
Que eres el barrio de los barrios de Cabra,
El barrio más más hermoso de la ciudad más hermosa.
He dicho.

Eduardo Luna Arroyo
1 de Mayo de 2014

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