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El beato Francisco de Posadas y la devoción del Rosario
20.09.16 - Escrito por: Redacción / A.R.J.M.
 Hoy 20 de septiembre se celebra la fiesta de un cordobés, dominico, fraile en el convento de Santo Domingo de Scala Coelli, en Córdoba. Un figura señera en su época y hoy un tanto olvidado. En Cabra se conserva una imagen del beato de Posadas, de muy buena factura, en la parroquia de Santo Domingo y uno de sus libros de 1696 en la Biblioteca histórica Aguilar y Eslava.
Como escribía el padre Mariano del Prado, de la Orden de Predicadores del mismo convento cordobés, el beato Francisco de Posadas, es una de las
"cuatro figuras de la historia de Scala Coeli que a lo largo de los siglos han ido marcando la vida, tanto interior como exterior, de este enclave dominicano en nuestra Sierra cordobesa". Entre ellas, además de su fundador san Álvaro de Córdoba (s. XV), que creó el primer Via Crucis en Andalucía en 1425, en la sierra cordobesa; FrayLuis de Granada, en el siglo XVI; en el siglo XVIII, el padre Lorenzo de la Concepción Ferrari, artífice de la barroca iglesia del Santuario de Scala Coelli, y en el siglo XVII, el beato Francisco de Posadas.
Fray Francisco de Posadas ingresó en los dominicios en este convento. Había nacido en Córdoba el 25 de noviembre de 1644. Fue un gran maestro espiritual, "seguidor de la cruz, emulando a San Alvaro", como señalaba el padre Del Prado. Destacó en la predicación, tanto en las iglesias como en las calles y plazas, siguiéndole muchedumbres. Su biógrafo, fray Pedro de Alcalá escribe que la gente le llamaba el "nuevo San Vicente Ferrer".
Sus escritos son profundos y abundantes, destacando entre otros, una biografía de Santo Domingo, y la "Vida y virtudes del padre Cristóbal de Santa Catalina" (1691). Esta obra ha sido de gran utilidad en el proceso de beatificación del padre Cristóbal, proclamado beato el pasado 7 de abril de 2013. Otro de sus escritos destacable es "Ladridos evangélicos del Perro" (1694). Se trata de una serie de conferencias pronunciadas por él en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Córdoba, cuyos temas fueron: la paz, la ciencia, la justicia, el amor al prójimo y la convivencia.
El 20 de Septiembre de 1713 fallecía a la edad de sesenta y nueve años, siendo trasladados sus restos al entonces dominico Convento de San Pablo --donde aún se conservan--. Fue beatificado solemnemente por el Papa Pío VII el 20 de septiembre de 1818.
La "Niña" del padre Posadas
El beato Posadas no solo fue un propagador de la Teología de la Cruz y del Vía Crucis. Como predicador, influyó en la proliferación de cofradías del Rosario en Córdoba, durante los siglos XVII y XVIII. Tanto Álvaro de Córdoba como él, fueron grandes propagadores del Rosario. Y como dominico en el convento cordobés de San Pablo, extendió esta devoción por medio de una imagen que se veneró desde el Hospital de San Bartolomé y a la que se le dio el nombre de la "Niña del Padre Posadas".
Como señala Daniel Serrano Carmona en Córdoba Cofradiera, Ramírez de Arellano cita que el Padre Posadas hizo construir "una bonita efigie de la Virgen, con dicha advocación que existe en San Pablo, y vulgarmente dicen la Niña del Padre Posadas. Todos los años en el segundo domingo de octubre, la llevaban en procesión a San Pablo, donde se le hacía una gran fiesta". Como bien podemos apreciar en esta cita, hace referencia a la imagen que se venera en la capilla del Rosario, anónima del siglo XVIII, en el interior de un camarín barroco recubierto de mármoles. Del mismo modo observamos en la pintura donde se retrata al Beato, la figura de una Virgen del Rosario, que al igual que la de San Pablo, se presenta vestida con una estética concreta a la dieciochesca.
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