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Santa Elena localizó la santa Cruz en el siglo IV
02.05.20 - Escrito por: Redacción / Museo de Zaragoza
En la fiesta de la Santa Cruz, que conmemora el hallazgo por Santa Elena de la Cruz en la que murió Jesucristo en torno al año 327-328, recordamos la «inventio Crucis», un momento definitorio para la Cristiandad.
Según la Leyenda Dorada cuando Santa Elena localiza la Cruz, en el siglo IV, deja depositada parte de ella en Jerusalén. Tres siglos más tarde, los persas se apoderan de la Cruz. Será el emperador Heraclio quien haga frente a la expansión persa y recupere la Santa Cruz restituyéndola nuevamente a Jerusalén.
Traemos hoy este cuadro que procede del retablo de la Santa Cruz en la iglesia de Blesa, en Teruel y que se expone en el Museo de Zaragoza. Está atribuido al pintor aragonés M. Jiménez entre 1483-1487.
Santa Elena que en la escena acompaña a Heraclio portador de la Cruz, había vivido trescientos años antes de que esto ocurriera. Iconográficamente se unen en esta tabla las dos narraciones que en la Leyenda Dorada se refieren a la Historia de la Santa Cruz.
Heraclio, con atuendo imperial, va seguido por un séquito de cortesanos. En ese momento, las piedras del arco se desmoronan impidiendo el paso del cortejo y un ángel aparece recordándole que Jesús había traspasado aquella puerta modestamente. Heraclio echa pie a tierra y se despoja de sus vestiduras imperiales. Camina humildemente con el fragmento de la Cruz en sus manos, hacia la puerta que de inmediato queda expedita. La escena es de gran vistosidad con la ciudad de Jerusalén tras las murallas mostrándose torres y edificios de evidente aire medieval.
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