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Peregrinos de Votos y Promesas
10.08.21 - Escrito por: Redacción / Antonio Ramón Jiménez Montes
José Manuel García Urbano es el hermano mayor de la Hermandad Filial de Sevilla de la Virgen de la Sierra y, junto con su hijo, son peregrinos de un camino que, desde la parroquia de San Roque de Sevilla, iniciaban el pasado 8 de agosto y les traerá hasta el Santuario de Nuestra Señora, María Santísima de la Sierra, donde llegarán (D.m.) el próximo 15 de agosto.
Una iniciativa pionera y cargada de espiritualidad que el propio José Manuel iniciaba el pasado año. Un camino personal, pleno de devoción mariana, que de Sevilla a Cabra y que como él mismo decía en 2020: "El año pasado se me ocurrió, durante los cultos de la hermandad, que en lugar de hacer el Camino de Santiago (que todo el mundo lo hace muy respetuosamente), peregrinar desde la parroquia de San Roque hasta la ermita de Cabra".
Un camino que partía de la parroquia de San Roque el pasado 8 de agosto, desde la sede de la Hermandad filial de Nuestra Señora, María Santísima de la Sierra, en Sevilla y que a lo largo de casi 170 kilómetros y ocho etapas, les traerá hasta el Picacho de Cabra, haciendo paradas en otros santuarios marianos de la ruta. Mairena del Alcor, Marchena, Lantejuela, El Rubio, Marinaleda, Mataredonda, Herrera, Puente Genil, Monturque, Huertas Bajas y Cabra, son algunos de los lugares que marcan este camino de Sevilla al Santuario de la Virgen de la Sierra.
Estos días les acompañamos en su camino hasta la Sierra, les deseamos que su peregrinación colme sus anhelos y que les traiga al Santuario de nuestra Patrona, foco de la devoción mariana, donde llegarán para la Romería de Votos y Promesas. ¡Buen camino, peregrinos!
Les animamos y les dedicamos estos versos de Nieves López Pastor publicados en La Opinión en 1960:
"Nuestra Virgen Serrana,
blanca paloma,
es la flor de la Sierra
de más aroma.
Entre los riscos
brilla sobre las mentas
y los lentiscos.
Nuestra Virgen Serrana,
ramo de azahares,
aroma e ilumina
los olivares.
Y los olivos
nos dan la bienvenida
cuando subimos.
No quiero carretera,
sino camino,
caminito andariego
de peregrino.
Que anda, que anda,
en cada flor prendida
se queda el alma.
Caminito, camino,
de la alegría,
¡por algo está en el centro
de Andalucía!
Y en su «balcón»
se oye, al pasar la brisa,
su corazón.
Caminito, camino,
tan bien querido:
manantial, «La Viñuela»,
«La Sima», nido.
Desde él mi pueblo,
la cosa más bonita
que Dios ha hecho.
Caminito, camino,
de maravilla,
ya el andarte, compensa
de la fatiga.
Dulce remate:
en la cumbre los brazos
de Nuestra Madre.
¡MADRE AMADA DE LA SIERRA, NO NOS NIEGUES TU FAVOR!
¡Viva la Virgen de la Sierra!
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