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Y una espada atravesará tu alma...
31.03.14 - Escrito por: Salvador Guzmán Moral
La Virgen, como personaje principal unida a la figura de Jesucristo, por su carácter de corredentora, es la imagen que, junto con la de su Hijo, más se representa en la iconografía cristiana.
Así se ve en las diferentes advocaciones con que la conocemos y que han evolucionado a lo largo de la historia del arte. De la época medieval parten la representaciones de la Virgen de Gloria que lleva al Niño en su regazo, instante que se convertirá en dolor y amargura cuando pasa a ser representada como Piedad o Angustias, recogiendo en sus brazos al Hijo muerto.
La narración bíblica es parca a la hora de relatar la vida de la Virgen, incluso hasta en los momentos más dramáticos. Por este motivo serán los Evangelios Apócrifos y la Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine, las fuentes de inspiración más importantes a las que tendrán que recurrir los artistas a la hora de representar plásticamente los diferentes episodios narrativos de su vida.
De este modo, surgirá la Virgen Dolorosa, que se convertirá en una de las figuras principales de la Semana de Pasión. Su origen se remonta a los Calvarios y Piedades medievales y la Dolorosa, será una síntesis de dichos conjuntos escultóricos a la que se le caracterizará a través de símbolos o atributos, como el pañuelo, las lágrimas y especialmente por los siete cuchillos clavados en su corazón que reflejan los siete dolores que padeció según las Escrituras.
En la evolución específica de la iconografía mariana de la Dolorosa en Andalucía ese símbolo principal del dolor se convertirá en puñal. Un puñal, un cuchillo, que en realidad es trasunto de la espada que recuerda la profecía del viejo Simeón: "(...) y una espada atravesará tu alma, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones" (Lc. 2, 31).
Desde los siglos IV y V, San Ambrosio, San Paulino de Nola, San Agustín, San Efrén de Siro, habían escrito sobre los dolores de la Virgen. En el campo de la lírica religiosa la espada siempre ha sido el símbolo del dolor de María y también de sus angustias.
La espada como atributo simbólico pasó a reducirse de tamaño hasta convertirse en el puñal que actualmente llevan muchas de nuestras Dolorosas.
Recientemente la Fundación Aguilar y Eslava con motivo del 30 aniversario de la cofradía del Santísimo Cristo del Calvario y Ntra. Sra. del Rosario de Cabra, le ha hecho entrega de un puñal de orfebrería para su imagen dolorosa.
Y es que este año, se cumplirán también treinta años de la hechura de la imagen de la Dolorosa del Rosario y con este simbólico regalo se quiere reconocer y felicitar a esta importante cofradía egabrense y al tiempo recordar, que el dolor de María en el Calvario fue más agudo que ningún otro en el mundo. Que Ella lo sufrió todo por nosotros, para que disfrutemos de la gracia de la Redención y por eso la reconocemos como Madre de la Iglesia.
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