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La marcha "Cristo del Perdón" llevada al análisis
26.02.18 - Escrito por: Mateo Olaya Marín
 Dentro del I Ciclo de Música Procesional que organiza la banda de música de Cabra, el pasado domingo 25 de febrero tuvo lugar una interesante charla, en la casa hermandad del Cristo del Perdón, a cargo del director de la formación musical, Antonio Moral Jurado, centrada en la marcha "Cristo del Perdón" del Maestro Rodríguez, sus principales características musicales y un análisis de la misma.
Ante el público congregado, entre hermanos de la cofradía y músicos, Antonio hizo una disección precisa de la última marcha del maestro y subrayó la importancia de aquella generación de marchas que d. José dejó escritas para la Semana Santa de Cabra y que marcan impronta en la estética de nuestras cofradías en la calle. Moral realizó un breve recorrido cronológico por las distintas composiciones del maestro para Semana Santa, y acto seguido desarrolló su discurso ahondando en el caso de "Cristo del Perdón".
Nos encontramos ante una marcha con una historia curiosa. Su origen se remonta a 1968 cuando estrena "Divino Cordero", una marcha dedicada a la imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno. En aquellos años fue interpretada con frecuencia, pero músicos y compañeros del maestro cuentan que no terminó del todo contento con la marcha en sí, especialmente con la parte final de la misma, con el pasaje denominado trío. Así las cosas, la marcha dejó de tocarse y el maestro decidió retirarla del repertorio. Pasados los años, en torno a 1990 cuando la hermandad del Perdón celebraba su XXV aniversario fundacional, el maestro accede a componer una marcha para la cofradía ante el interés de sus hermanos de tener una composición dedicada. D. José ya era entonces mayor y su actividad compositiva se había reducido considerablemente, por lo que optó por recoger aquella primera marcha, modificar su trío final y renombrarla como "Cristo del Perdón", que es como hoy la conocemos.
La composición se ajusta a los cánones clásicos y presenta una estructura muy clara que toma los modelos de composiciones clásicas de la Semana Santa que el maestro conocía perfectamente. Se diferencian dos secciones claras en la marcha, la sección "marcha", como apuntaba ayer Antonio Moral, donde podemos decir que se incluye la introducción tan características con esa melodía que forma parte del imaginario colectivo de la Semana Santa egabrense, y la exposición del tema principal que se repite tras un pasaje en fuerte donde se retoma el motivo melódico de la introducción. Aquí culmina la sección denominada marcha, para acto seguido dar lugar al trío final.
Antonio Moral explicó la procedencia del término trío y su función en la marcha procesional. En el caso de "Cristo del Perdón", el trío, como de costumbre en este tipo de composiciones, aparece como un tema que contrasta notablemente con la parte anterior, tanto del punto de vista armónico como expresivo. Si en la primera parte de la marcha tenemos una música oscura, triste, tensionada, recogida; en el trío se atisba una cierta luminosidad sobre el discurso apacible que ejerce la melodía, donde el lirismo es bien patente. Originalmente, como respuesta a su propia forma, la marcha no terminaría aquí en el trío, como suele ser costumbre por las bandas por diversos motivos, sino que retomaría la introducción y finalizaría justo antes de la aparición del trío. Mismo caso sucede con la composición "Virgen de Piedra" del maestro, u otras marchas que estructura similar.
Antonio Moral aprovechó la ocasión para subrayar que el estilo musical egabrense de marcha, lo asienta el maestro con las cuatro composiciones que firmó y que todos los cofrades reconocemos. Un estilo que destaca por una melodía normalmente pesada, pausada, que requiere un tempo de interpretación lento aunque sujeto, hoy día, a las exigencias de adaptarse al andar de los pasos en la calle. Concluyó señalando la influencia del maestro en sus alumnos que continuaron la composición de marchas, destacando los casos de Manuel Aguilar Aranda, con "Sentir Cofrade", y Manuel González Rubio con "Jesús Nazareno".
La charla estuvo ilustrada con el dúo musical formado por Alfonso Fernández Pérez-Aranda, al piano, y Esther Jiménez Prados, que hicieron una amena introducción musical al acto, interpretando "La Saeta", y pusieron el broche final con una versión magnífica de "Cristo del Perdón".
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