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La Barriada de Ntra. Sra. de la Sierra despidió con una tarde espléndida el paso del Cristo de la Sentencia, llevado por sus costaleras y con la novedad de un nuevo trono que pudo verse en fase de carpintería, con el diseño de Miguel Ortiz y Manuel Jurado. También los romanos que acompañan en la escena de la Coronación de espinas, ofrecieron como novedad las vestimentas que suelen tener durante todo el año en el Museo de la Pasión, inspiradas en los ropajes de soldados romanos del siglo I. La Virgen de la Paz, lució nuevamente en su magnífico paso de palio, ofreciendo un arreglo floral al que nos tiene acostumbrados su capataz, llegando entre mucha gente hasta la parroquia de la Asunción, donde quedaron ambos pasos. Buenas marchas para un discurrir cadencioso en el más largo de los itinerarios cofrades de nuestra ciudad que unió así la barriada más nueva con uno de los barrios históricos y dando muestras del buen hacer de esta hermandad y sus componentes, la primera que tuvo dos pasos desde su creación en los años 70 del siglo XX surgiendo casi al tiempo que se construyó el templo parroquial de San Francisco de Paula y San Rodrigo.
En la noche del miércoles, tanto la plaza del Conde de Cabra en la salida del Buen Fin, como el llanete de Santo Domingo en la de Jesús de las Necesidades, ofrecían un aspecto inmejorable para presenciar estampas ya clásicas de esta jornada. La Virgen del Buen Fin volvió a realizar el milagro de su salida por la angosta portada del compás de la antigua Iglesia de Capuchinos, anexa al Colegio San José - Fundación Escolapias Montal. La cofradía de los Estudiantes contó con un nutrido grupo de niños y jóvenes en su cortejo, haciendo gala de su condición y vinculación con la comunidad escolapia de Cabra y su centro educativo.
Desde Santo Domingo, el Señor de las Tres Gracias llenó de devoción las calles de la ciudad, comprobando un año más la larga fila de personas que iban alumbrando tras la venerada imagen de Ntro. Padre Jesús de las Necesidades. Los añafiles ante el Señor mantuvieron la estampa clásica de este paso cuyo trono abrió una nueva etapa en la conformación estética de las procesiones, no solo en los años 40 del siglo XX cuando se adquirió un paso a la hermandad sevillana de Montserrat, del que proceden los cuatro ángeles mancebos de las esquinas, sino con el nuevo realizado por Miguel Arjona en 1982 y que mantiene en la actualidad adaptado para ser llevado por costaleros.
Y la madrugada de este Jueves Santo volvió a congregar muchas personas ante las puertas del Colegio Niño Jesús de la Fundación Termens, donde las Hijas de la Caridad mantienen el legado de la Vizcondesa de Termens entre el que se encuentra el culto a la imagen del Cristo de la Expiración que salió en procesión a la una de la madrugada. Antorchas y velas prestaron su tenue luz a los capuchones rojos y negros que rezaron el Via Crucis dirigido por el consiliario, Rafael Castro, párroco de los Remedios, finalizando en cada estación con el cántico del "Ten Piedad, Dios Mío" que entonan a coro todos los hermanos que participan en esta procesión, primera de las que tienen lugar de madrugada en los días que quedan de la Semana Santa 2015.
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