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Tras el citado Besapié, se celebró la Conferencia sobre los trabajos realizados en el Santísimo Cristo de los Barqueros, que corrió a cargo del propio restaurador y que tuvo lugar a las 21"00 horas en el Salón de Actos de la casa de esta Hermandad sanluqueña de Nuestra Señora del Rocío.
La imagen del Santísimo Cristo de los Barqueros, actualmente, forma parte del patrimonio religioso y artístico de la Iglesia de San Jorge de Sanlúcar de Barrameda, templo que pertenece a la histórica Iglesia católica inglesa, cedida a la hermandad rociera sanluqueña desde hace más de 30 años.
ESTADO DE CONSERVACIÓN
La talla del Cristo de los Barqueros es una talla de valor histórico y devocional, que se relaciona con la pintura del mismo nombre y que ilustra el primer milagro de Ntra. Sra. de la Caridad, Patrona de la Ciudad desde 1618.
Su estado de conservación era lamentable. Completamente repintado, pareciera que hubiera estado expuesta en tiempos, a un medio ambiental demasiado inapropiado. Por lo que ocultaba sus numerosos desperfectos bajo gruesas capas de pintura.
Presentaba evidencias de dorado/estofado en la zona del sudario, las cuales indicarían antigüedad y calidad de la talla. Y en la parte posterior de la talla, sudario y espalda, todos estos daños se encontraban disimulados con la presencia de papel debajo del color. Además, estas zonas empapeladas de la espalda, sudario y brazos, ocultaban zonas de la talla sin policromar y apenas talladas. La inexistencia de una cogida trasera segura sobre el cuerpo, planteaba, además, un problema de seguridad importante. Agravado por la presencia de unos clavos desproporcionados y mal colocados.
De esta mala sujeción se resentían especialmente los ensambles de los hombros y manos. Con pérdida de soporte, como la talla de dedos en ambas manos y fragmentos de la corona de espinas.
Numerosas grietas y aberturas de ensambles en todo el cuerpo, producto del movimiento del soporte a consecuencia de oscilaciones ambientales, de humedad y temperatura. Y de manera generalizada, un burdo repinte por toda la superficie polícroma y una gran suciedad que ocultaba y afeaba el valor cromático original.
Por último, la cruz que se adapta correctamente a cronología de la talla, estaba mermada de dimensiones y muy deteriorada por un importante ataque de insectos xilófagos, especialmente evidentes en la cruz totalmente carcomida, y también visible en el Crucificado.
CRITERIO DE ACTUACIÓN
Según los análisis pertinentes, la talla del crucificado de los Barqueros está realizada en madera de nogal, policromada y sobredorada en zonas del sudario. El estudio de la obra se ha desarrollado con la finalidad de profundizar, desde una perspectiva histórica en su conocimiento y valoración patrimonial, así como en su materialidad, para conocer sus características de cara a su mejor conservación. Atendiendo al criterio general de RECUPERAR los valores históricos, artísticos y religiosos de la obra, asegurando su continuidad en el futuro en las mejores condiciones artísticas y materiales posibles, se ha realizado un tratamiento integral de recuperación de la obra.
Desde el punto de vista estructural, el tratamiento aplicado ha tenido como finalidad mejorar su fijación a la cruz mediante un nuevo sistema más fiable, al tiempo que se ha realizado el cierre de grietas y reforzamiento del ensamblaje de brazos, así como la consolidación de zonas de color y aparejo perdidos o con riesgos de desprendimiento.
Desde el punto de vista estético, se ha realizado una retirada o levantamiento de un repinte generalizado, que incluía capas de yeso, escayola, papel, tela y cemento. Se ha restablecido la falta de dedos de ambas manos, que mermaban sus valores estéticos y devocionales, y de partes de la corona, con la reposición de espinas rotas y perdidas.
El levantamiento del repinte se ha realizado de forma mecánica (a punta de bisturí) utilizado puntualmente jabones limpiadores.
Para la reconstrucción de los volúmenes originales perdidos (dedos de las manos, trozos de corona) se procedió a su realización en material definitivo (resina epoxídica/ pasta de madera). En cuanto a la reintegración de las zonas de preparación perdidas, se empleó pasta de estuco profesional coloreada.
A la hora de la reintegración cromática, se ha optado por una reintegración invisible, de forma mimética con el original, para zonas puntuales o reducidas. En cualquier caso, empleamos materiales reversibles e inocuos (acuarela y pigmento diluidos en barniz) que además son detectables por métodos físicos de examen (UV e IR).
El acabado final y protector de la intervención general de la obra se hizo con un barniz de retoque sintético y se han matizado los brillos con cera.
La cruz, que resultaba pequeña para las dimensiones y envergadura de la obra, y se encontraba totalmente carcomida, se ha sustituido por una nueva, más amplia y en madera de pino.
El títulus o INRI original, estaba en muy malas condiciones, por ello se ha realizado una restauración completa que ha incluido: la eliminación de clavos, reposición de faltas de soporte y preparación perdidas, limpieza de la policromía y la reintegración final. Durante este proceso de restauración, se ha podido recuperar el original, que representa un pergamino con las letras INRI en cursiva.
De esta forma el patrimonio histórico-artístico de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) recupera otra valiosa obra de arte, gracias al patrocinio de la Fundación Puerta de América y a la colaboración de personas particulares e instituciones como la Fundación Aguilar y Eslava de Cabra.
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