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Salutación a la Virgen de la Sierra
08.09.22 - Escrito por: Isidoro Lama Esquinas
Al inicio del 8 de septiembre, apenas han dado las 12 de la noche, la parroquia de la Asunción y Ángeles abría sus puertas para la Salutación a la Virgen de la Sierra con motivo de su festividad. Estas son las palabras pronunciadas para tal ocasión:
Hola Madre
Aquí me tienes otro día más.
Pero hoy no es igual que los otros días, hoy no vengo a hablar contigo para pedirte, para suplicarte, para rogarte o para contarte mis problemas, Madre.
Hoy no estoy arrodillado en un banco en tu casita blanca ni apoyado en una columna entre el bullicio de la parroquia en septiembre, ni con la brisa fresca de Góngora en la sudorosa almohadilla de tu varal Izquierdo cada primer domingo de octubre.
Si madre hoy me tienes aquí, junto a tus hijos, para felicitarte, porque hoy es el día en que nació la Madre de Dios, la Madre del Salvador, la Madre de nuestro Señor Jesucristo, pero sobre todo nuestra Madre.
Hoy estamos aquí tus hijos, igual que en aquella noche estrellada en la que el ángel llamó a los pastores para anunciar de que en la ciudad de David había nacido un niño, Jesucristo tu hijo, el Mesías, el Salvador, el Rey de Reyes que habitó entre nosotros, y que entregó su vida por lo demás. Hoy el ángel nos ha llamado a nosotros tus hijos, para celebrar tu nacimiento, para felicitarte y dar gracias a dios padre por tenerte entre nosotros.
Hoy repican las campanas del cielo, porque es tu día, es el día en el que lo egabrenses te contemplan más radiante que nunca, donde el sol acaricia la espadaña del campanario de la parroquia, para reflejar en tu cara bonita a cada uno de tus hijos que te adoramos y te veneramos.
Porque si Madre porque tú eres la Madre de:
Todos los que te aclaman, te vitorean, y te dicen ole cada 4 de septiembre.
Eres salud para todos aquellos que acuden a ti con alguna enfermedad.
Eres Estrella de la mañana que desde tu casita blanca proteges a todo el pueblo de Cabra.
Eres, Madre de Esperanza para todo el que te alaba.
Eres, Madre admirable, por todas las generaciones que te veneran y te quieren.
Eres Madre del creador, tu bendito hijo Jesús que entregó la vida por nosotros.
Eres, consoladora, de todos los que te necesitan.
Eres, auxilio, de todos los que queremos seguir el ejemplo de tu hijo Jesús.
Eres, Madre del buen consejo, aquel que te pedimos en los momentos de incertidumbre.
Eres Madre admirable para todas las madres, como redentora nuestra
Eres, causa de nuestra alegría, para todos los que nos llamamos hijos de dios.
Eres, reina los ángeles, que como querubines en el cielo velan por toda la juventud que te adora.
Eres, puerta del cielo, donde un día nos llamarás para encontrarnos junto al padre.
Eres, arca de la alianza, entre Dios y cada uno de nosotros.
Eres, reina de la familia, de cada uno de los egabrenses, que te llevamos en nuestro corazón.
Eres reina, de todos los pueblos que te aclaman pidiéndote la paz.
Madre eres siempre Virgen, Virgen Purísima, Virgen Castísima, Virgen Prudentísima, Virgen Poderosa, Virgen Clemente, Virgen Fiel.
Madre bien sabes que a mí me da igual que te llames Buen Fin, Rocío o Piedad, porque para mí siempre serás la MADRE DE DIOS.
Madre hoy te quiero dar gracias por haberme dado a mí familia, en primer lugar a mis padres, que me educaron en la fe, me acercaron a Jesús y me trasmitieron el amor hacia ti y tu bendito hijo el niño Jesús como nos gusta decir a nosotros los egabrenses.
Te doy gracias por escoger a Ana como mi compañera, madre y esposa, que junto a ella compartimos la devoción que tenemos hacia ti, y por supuesto gracias Madre por haberme dado una hija que, aun siendo muy joven, sigue fiel a ti Madre como figura para seguir por el buen camino, y que hace de nosotros una verdadera familia cristiana.
Muchas son las oraciones que se han hecho para rezarte.
Ave María, oración con la que el arcángel San Gabriel te anunció la noticia más esperada por una madre, que ibas a ser madre, pero no cualquier madre, sino la Madre de Dios.
Bendita sea tu pureza, oración que pone de manifiesto las palabras de Dios Padre todo poderoso, concediéndote el don de pureza e inmaculada.
La Salve Regina, conocida como la Salve, oración universal dedicada a ti madre escrita en latín como antífona o canto a la que se le ha puesto música y se utiliza como oración para adorarte.
A tu amparo y protección, oración que San José de Calasanz creó para para tenerte presente en su obra todos los días, y que todos los escolapios conocemos.
El Santo Rosario, la oración más extendida por todos los pueblos de la tierra y que enseñaste a Santo Domingo de Guzmán para que proclamara tu devoción, y combatiera los enemigos de la fe.
Y muchas más oraciones que te han dedicado madre, pero no podía terminar este saludo de felicitación sin poner en mis labios las palabras del estribillo de esas coplas que hechas oración, hacen cada uno de tus hijos egabrenses, cada vez que desde lo más hondo de su corazón las entonan para hacerte presente en sus vidas y que hoy en tu salutación no podían faltar, y dicen:
MADRE AMADA DE LA SIERRA
NO NOS NIEGUES TU FAVOR
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