|
Asunción y Ángeles y Demonios (II)
17.02.24 - Escrito por: Flavia Borghese
Sábado 17 de febrero de 2024. 01:30h de la madrugada.
-Le pido a la ciudadanía egabrense que esté tranquila. La Policía Nacional está investigando el terrible asesinato que ha tenido lugar durante la noche de hoy y, en cuanto tengamos un mínimo de información contrastada, la daremos a conocer, siempre y cuando no esté bajo secreto de sumario.
El alcalde, Fernando Priego, había sido uno de los primeros en llegar a la escena del crimen. Junto a él, varias autoridades políticas, policiales y religiosas se turnaban ante los micrófonos de los cada vez más numerosos medios de comunicación, emitiendo informaciones y opiniones con poco fundamento.
Un hombre había sido calcinado en el campanario de la Parroquia de la Asunción y Ángeles. El cuerpo estaba irreconocible. Y claro, los mentideros egabrenses comenzaron a hervir donde mejor echa la leña el opinólogo local: en las redes sociales.
La página de Cabra en el Recuerdo había emitido un comunicado informando del suceso, al que acompañaba una reseña histórico artística del campanario de la Asunción realizada por Rafael Luna, uno de los administradores. Un decenario local también se había hecho eco del suceso en su página de Facebook, provocando una sobrerreacción de sus seguidores que, con sus comentarios, daban a pie a miles de elucubraciones. Los perfiles de Instagram y Tik y Tok de concejales, periodistas y de todo el que pasaba por allí habían llevado la noticia a prácticamente todos los rincones del mundo.
El ciudadano egabrense, fiel a su costumbre, quería encontrar un culpable antes que la propia Policía Nacional. Políticos, policías, narcotraficantes, chirigoteros, hosteleros. El Tritón. Todos, hasta el alcalde de Zuheros, habían sido declarados sospechosos por el sanedrín cabreño.
Pero la verdad estaba a punto de revelarse.
|
|
|
|
|
|