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El redoble de las campanas y una lluvia de pétalos de rosas volvieron a recibir a la imagen de la Virgen de la Cabeza en la salida de su basílica poco después del mediodía de ayer y ante miles de peregrinos llegados de toda Andalucía y de otros muchos puntos de España.
La romería más antigua, con 784 años de historia, y nombrada en sus escritos por literatos como Cervantes y Lope de Vega, ha vivido otros de sus momentos más emocionantes en el traslado de la imagen del camarín a las andas, donde han estado toda la noche esperando su llegada los anderos.
La imagen iba ataviada con un manto de terciopelo rojo y bordado en oro fino en estilo barroco con elementos vegetales y flores salpicadas, donado en 1961, y una saya recientemente restaurada bordada en oro fino.
La eucaristía, celebrada a las diez de la mañana en el interior del templo por las previsiones de lluvia y el fuerte viento, ha estado presidida por el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, que ha llamado a los romeros a solidarizarse con los inmigrantes que pierden la vida en el mar y las víctimas del terremoto de Nepal.
Al término de la misa, y tras guardar un minuto de silencio por las personas fallecidas en Nepal, las 64 cofradías filiales que han asistido a la romería este año, han ido tomando posiciones en orden inverso de antigüedad para acompañar a la "Morenita", como popularmente se la conoce, que ha recorrido las calzadas del cerro.
Dos trinitarios, subidos en las andas custodiando la imagen, han ido tomando objetos para ser pasados por el manto, al igual que los niños que son elevados hasta las andas para ser bendecidos por la Virgen.
Una vez que la imagen regresó a su camarín, comenzó la vuelta a casa por el camino viejo y la carretera de numerosos romeros y cofradías que llevan como distintivo de su estancia en el santuario los estadales (pequeñas medallas insertadas en cintas), que serán repartidos entre los que no han acudido a la romería al igual que el "pito" de barro (pequeño instrumento musical popular).
La cofradía matriz, cientos de carretas, caballerías y todos los que pernocten en el santuario, emprenderán el regreso esta mañana después de despedirse de su patrona, haciendo parada obligada para almorzar en el Lugar Nuevo y por la tarde la ciudad de Andújar saldrá a recibir a la Cofradía.
Cuenta la tradición que a unos kilómetros de la zona de la batalla de las Navas de Tolosa (1212) que enfrentó a árabes y cristianos, en agosto de 1227 un pastor de Colomera (Granada) encontraba la imagen de la Virgen en la concavidad de dos peñas, tras oír el sonido incesante de una campana y ver unas extrañas luces en lo alto de un cerro.
Esa imagen, desaparecida durante la Guerra Civil, dicen que era la que traía consigo al venir a España san Eufrasio, discípulo del apóstol Santiago y primer obispo de Andújar, y que en el siglo VII, cuando la ciudad fue ocupada por los árabes, fue escondida en uno de los cerros mas altos e inaccesibles de Sierra Morena para evitar su profanación.
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