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El manto se podrá ver en la planta baja del Museo, en la sala artística y documental, donde se expondrá junto a la saya y jubón que fueron restaurados previamente, recuperando así estas magníficas piezas del patrimonio cofrade egabrense su riqueza y calidad.
Según la prensa de la época, la Virgen de los Dolores estrenó ese conjunto en la Semana Santa de 1914, como indica el profesor Antonio Moreno en su libro de la Historia de la Real Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno. El hermano mayor en ese año, era Antonio González Carrera, al tiempo que lo era también de la Virgen de los Remedios. En La Opinión del 5 de abril de 1914 (número 106) se indica que ese Viernes Santo, la Virgen de los Dolores, que acompañaba al Nazareno en la procesión de la mañana "luce lujoso manto bordado en oro", cerrando la procesión. También se dice que junto a González Carrera, tanto en la Virgen de los Dolores como en la de los Remedios, "su señora madre trabaja activamente para el mayor lucimiento de las imágenes".
No tenemos constancia de quién se encarga de bordar este manto y saya, e incluso el estandarte que ahora tiene la Archicofradía de la Vera Cruz y que salió con la Virgen de los Dolores, teniendo las mismas trazas y diseño que los bordados de su manto y saya.
En esos años la importante producción que habían tenido tanto el convento de las Dominicas de Cabra (desaparecido tras la desamortización) como el monasterio de Agustinas Recoletas que se mantuvo, habían disminuido y pocas piezas tenemos documentadas en esos primeros años del siglo XX. Nos consta la existencia desde finales del siglo XIX de algún taller egabrense del que salieron obras destacadas, que pudieron ser realizadas por religiosas y religiosos exclaustrados. Algunas piezas como la túnica de Jesús Preso, el manto y estandarte de la Virgen de los Dolores, el terno de seda blanca de la Parroquia de la Asunción, entre otros destacados, pudieron salir de ese supuesto taller en el que un exclaustrado franciscano (capuchino) se encargaba de los diseños y junto a antiguas religiosas dominicas, ya exclaustradas, se encargaban de los bordados. Incluso el manto de la Virgen Nazarena de Córdoba, del que conocemos el nombre de la bordadora egabrense podría estar relacionado con un taller de este tipo y de esas fechas.
Se dice que la túnica del Preso fue "bordada por un grupo de señoritas y señoras egabrenses", sin más datos. Y no tenemos ninguno del manto de la Virgen de los Dolores y de su estandarte. Todas estas piezas pueden estar realizadas entre 1890 y 1920, pero que sepamos, tampoco hay otra constancia documental que referencias en prensa o en algún libro de actas de las cofradías mencionadas, sin más detalles.
En cualquier caso, la próxima Semana Santa podremos ver en todo su esplendor este manto recuperado para el patrimonio cofrade egabrense. Y en los próximos días, se podrá contemplar en el Museo Aguilar y Eslava, así como escuchar la conferencia del artífice de su recuperación, el sábado 16, a las 20:00h. en el patio de cristales del Aguilar y Eslava.
No se lo pierdan.
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