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Fue en aquella ocasión cuando los Hortelanos enviaban una carta a don Manuel Mora y Aguilar, como hermano mayor de la Archicofradía de Nuestra Señora de la Sierra, en la que como "entusiastas de las gloriosas tradiciones del Santuario de la Sierra y propagadores de los prodigios de nuestra amantísima Madre de la Sierra", pedían al hermano mayor que la misa del día 15 de mayo, fiesta de San Isidro labrador, la misa en el Santuario fuera cantada "y que subiremos ese día a ofrendar a la divina Paloma y a postrarnos a sus pies por los favores recibidos", decían los firmantes.
Esos fueron los inicios de la Romería de Hortelanos que ahora cumple su primer centenario y que fue la consecuencia de la gran devoción de este importante colectivo egabrense que hasta aquella fecha, solía celebrar el día 15 de mayo con una fiesta en la parroquia de la Asunción, donde había una imagen del santo patrón de los hortelanos y del campo. Con esta iniciativa unían así ambas devociones y comenzaron esta tradición que se ha mantenido como una de las más antiguas y continuadas romerías al Santuario de la Virgen de la Sierra.
Nicolás Canela era el presidente de los Hortelanos que propusieron esta misa cantada del 15 de mayo, que en 1916 fue martes, y firmaban la carta al hermano mayor de la Archicofradía Manuel Medina, Antonio Roldán, Rafael Arroyo, José Roldán y Francisco Valle. Por su parte la archicofradía estaría representada por el hermano mayor y "la hermana mayora y familia", quienes, según el relato de La Opinión, iban a procurar que se inaugurara el armoniuns "adquirido recientemente para el Santuario de la Virgen".
Detalla el redactor de La Opinión en 1916 la reunión del hermano mayor de la Archicofradía con el presidente de los Hortelanos así:
"El presidente que tan fervoroso es de la Virgen, se entusiasmaba por momentos al oir al hermano mayor hablar de la fiesta del día de San Isidro en la Sierra, y su simpática esposa Sierra Pérez, o sea la presidenta, dijo: ¡Viva el Santuario de los Milagros!, ¡Viva la Virgen de la Sierra!, don Manuel, subiremos también. Irán también Rafael Castro, José Valle Arroyo, José Valle González, Francisco Chacón y ... la mar. ¡Devotos fervorosos, el martes todos a la Sierra y llevar flores!".
No quedó ahí la cosa, pues el jueves siguiente, 17 de mayo, que era el día de la Ascención, volvieron a subir hortelanos a la Sierra costeando su gremio una nueva misa, en la que estuvieron Nicolás Canela, Antonio y Daniel Luna, Felix Roldán, Domingo Chaves, José García Reyes, Emilio Lama, Francisco Avila, José y Juan Valle, Francisco Bonilla, Pedro Alguacil Calvo, Marta Muñoz, José María Medina, y sus respectivas familias.
"La partida de ambas caravanas se anunciará con cohetes y chupinazos".
Y así hemos llegado a esta edición número cien de tan sonada romería que se iniciaba un 15 de mayo de 1917 y que también tendrá lugar en este año en el día de San Isidro en la Sierra.
(Extraído del número 266 de La Opinión publicado el 13 de mayo de 1917)
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