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El acto tuvo lugar en la capilla del Cristo del Socorro, donde su ubicó el paso ante la imagen titular de la conocida como «cofradía del Silencio». Intervinieron en el acto, el hermano mayor Francisco Cuevas Pérez que dio la bienvenida y presentó al restaurador prieguense Rafael Molina Comino.
A continuación Rafael Molina Comino tomó la palabra y tras una breve reseña histórica sobre el trono, expuso el proceso completo que se ha llevado a cabo durante la restauración. El trono se realizó en Priego en 1960 en el prestigioso taller a nivel nacional de Felipe López Muñoz siendo el precio de la realización de 32.500 pesetas y bajo del mandato de Eduardo Rueda Nogueras como hermano mayor. La restauración ha respetado las líneas, formato y acabados que tuvo en sus inicios, manteniendo la misma forma y aspecto que cuando se estrenaba. Finalizaba el acto con las palabras del consiliario de la hermandad y párroco, Francisco José Delgado Alonso.
La cofradía del Silencio ha indicado que hasta este domingo 27 de agosto se podrá contemplar el trono restaurado en la capilla del Cristo del Socorro en Santo Domingo, en horarios de misas.
La Opinión publicaba el estreno del trono en varios números de marzo y abril de 1960, como podemos ver en las fotografías que publicamos con recortes de prensa sobre el nuevo trono adquirido hace ahora sesenta y tres años. En la Cuaresma de aquel año fue expuesto en el Bar Nacional, en la plaza de España donde luego estuvo Correos, para que se pudiera ver antes de la procesión.
Así recogía el cronista de La Opinión del 17 de abril el estreno del trono en la Semana Santa de 1960:
«A la una de la madrugada, y con la puntualidad proverbial, comenzó a salir de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, la austera y piadosa Cofradía del Silencio con la devota imagen del Cristo del Socorro. El llanete del templo y calles adyacentes se encontraban materialmente invadidas de fieles en los que existía justificada expectación por presenciar la salida del Crucificado, por vez primera en el nuevo trono procesional recientemente adquirido y de cuyas características ya dimos noticia en su día a nuestros lectores, que aparecía sobriamente adornado de claveles naturales rojos»
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