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Imágenes de Santiago en Cabra.
24.07.21 - Escrito por: Antonio Ramón Jiménez Montes
 En la fiesta de Santiago Apóstol nos detenemos brevemente en un recorrido por las imágenes que encontramos en nuestra ciudad del patrón de España y uno de los 12 apóstoles de Jesús.
En cuanto a la fecha más antigua con una referencia a Santiago, Antonio Moreno Hurtado nos indica que «en el año 1508, el regidor Pedro López de Rute y sus hermanos Juan Alguacil y Antón de Pareja fundaron capilla a Santiago Apóstol, en la que fuera primera capilla de la Antigua, a la derecha de la primitiva puerta de entrada».
Las imágenes más antiguas que se conservan son las que tenemos en la parroquia de la Asunción y Ángeles, tanto en uno de los retablos laterales del altar mayor, escultura que representa la iconografía tradicional sobre un caballo blanco y que podemos fechar con posterioridad a 1680, año en que «tuvo lugar un terremoto que afectó gravemente a la estructura de la hoy Parroquia de la Asunción y Ángeles siendo necesario la reedificación de su campanario o torre, la sacristía alta y los altares colaterales del Apóstol Santiago y de Santa Catalina» como señala Lourdes Pérez Moral. El retablo y sus elementos fueron financiados por D. Juan de Porras y Atienza, obispo de Coria. La escultura de Santiago fue restaurada en el año 1858 como puede leerse en la cincha del caballo.
E igualmente en el sagrario de la Asunción, donde tenemos el gran lienzo con la misma iconografía, sobre la Batalla de Clavijo fechado en el primer cuarto del siglo XVIII. Se halla timbrado en el superior derecho por las armas de la casa de Cabrera, respondiendo al modelo iconográfico del "matamoros" que alude al fundador de la capilla, Francisco de Cabrera, caballero de Santiago, que fue miembro de la Junta de Administración de los Estados del duque de Sesa, Alcaide de las fortalezas de Cabra y de Rute y Corregidor de Cabra.
Descripción: En el centro de la composición aparece Santiago montado a caballo, vestido con armadura de caballero y blandiendo la espada y el estandarte. El caballo encabritado pisa a los musulmanes que se cruzan en su camino. Delante de él, un grupo de hombres huye en estampida; por detrás del santo se ven las tropas castellanas. En el ángulo superior derecho se ve el escudo del donante: Partido: 1: en campo de plata dos cabras de sable alteradas, puestas en palo. 2: de azur, cinco lises de plata puestas en sotuer. Orla de azur cargada de cinco armiños de sable. Orla de plata, cargada de lema con letras de sable y cuatro panelas de gules: "POR DEMAS / FORTVNA / OFENÐ DONDE / LA BIRTVD Ðfiende". Timbrado de cruz de Santiago, pellejos y yelmo.
También podemos verlo en el relieve de uno los medallones de la sillería del coro de la Asunción y Ángeles. Encontramos a figura del santo «vista frontalmente, de medio cuerpo prolongado. Se le ha vestido con túnica ceñida a la cintura, cubierto con un manto adornado con veneras. La cabeza está inclinada, mirando hacia abajo, luciendo cabellos rizados y largos y barba corta. Flexiona el brazo derecho para apoyar la mano en la cabeza, en tanto que con la mano izquierda sujeta el bordón de peregrino con la calabaza. Lleva también una bolsa anudada al cinto». Es obra de Francisco Javier Pedrajas entre los años 1790 y 1793.
Santiago es del círculo más íntimo de los amigos de Jesús, los tres -Pedro, Santiago y Juan- que le acompañan en los momentos más delicados de su vida, como fue la transfiguración en el monte Tabor, de la que ellos -sólo ellos- fueron testigos o la oración en el huerto de Getsemaní, viviendo más cerca de Jesús aquellos momentos de angustia y hechos partícipes de su pasión. Precisamente son escenas de los misterios de la Semana Santa las que nos acercan la figura del apóstol. Y así lo contemplamos en la Entrada en Jerusalen, en el paso de la Pollinita, obra del sevillano Juan Manuel Montaño realizada en 2014; en el paso del Lavatorio del Señor, siendo obra de Manuel Escamilla en 1990 y en el de la Oración en el Huerto, obra de Juan Manuel Miñarro del año 1988. Los tres se procesionan en la jornada del Domingo de Ramos egabrense.
Una de las representaciones pictóricas menos conocidas la encontramos en la sacristía de Santo Domingo de Guzmán, aunque anteriormente se encontraba en la nave central sobre el arco de entrada al sagrario. Se trata de un cuadro con el Cristo de la Sangre, y la típica estampa de la Dolorosa - con iconografía del luto castellano - a sus pies, que muy probablemente proceda de la Iglesia de San Juan Bautista. En el cuadro contemplamos una imagen de Santiago apóstol, en una de las esquinas (en la otra está San Judas Tadeo) también sobre caballo blanco en la iconografía de "matamoros", y con una leyenda que indica que se conceden «80 días de indulgencia a quien devotamente rece un Credo» ante la imagen del Cristo del Sangre, fechada en Granada a 2 de febrero de 1793.
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