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400 años del milagro de la Virgen de la Sierra a Martín Pacho
16.08.21 - Escrito por: Redacción / Antonio Ramón Jiménez Montes
El día de san Juan del año de 1621 tenía lugar uno de los milagros más señalados que tuvieron lugar por intercesión de la venerada imagen de Nuestra Señora, María Santísima de la Sierra. Se cumplen cuatrocientos años de aquellos acontecimientos que fueron narrados por el poeta ciego egabrense Jerónimo de Herrera en un libro publicado en 1626.
El cronista oficial de la ciudad, Antonio Moreno Hurtado ha publicado varios trabajos referidos tanto a las composiciones publicadas por Jerónimo de Herrera en el siglo XVII, como a los protagonistas de aquellos hechos milagrosos. Uno de los más famosos y el punto de partida del reconocimiento eclesiástico a un conjunto de milagros realizados por intercesión de la Virgen de la Sierra, es de un hortelano egabrense que fue librado de una grave dolencia hace 400 años.
Como señala Moreno Hurtado, «el milagro hecho en la persona del hortelano Pedro Martín Pacho, en el año 1621, iba a revolucionar al mundo creyente del sur de la provincia de Córdoba». De Martín Pacho «este humilde egabrense -continúa Antonio Moreno - poco sabíamos, hasta ahora, hortelano de profesión, Hijo de hortelano, hermano de hortelanos y padre de hortelano. Una profesión común en su familia. Hoy sabemos que fue hijo de Antón García el Pacho y de Juana Jiménez, vecinos de Cabra en la segunda mitad del siglo XVI».
En relación con el hecho milagroso en un Cabildo del día 29 de junio de 1621, que preside el corregidor don Juan Vivero, «se da noticia del milagro ocurrido el día de San Juan anterior en la persona del Pedro Martín Pacho, hortelano y vecino de Cabra. Se dice que Pedro "llevaba más de catorce años tullido de piernas y brazos, quebrado y con excesivos dolores". Que habiendo sanado por intervención de la Virgen de la Sierra ese día, "vino a pie, corriendo por el camino". El Concejo había ordenado dar cuenta al Obispo, para que el Vicario egabrense averiguase los hechos y que se hiciera una procesión general de acción de gracias desde la ermita. El Cabildo egabrense aprovecha para dejar claro que corresponde al mismo organizar la primera fiesta y que los oficiales del Concejo serán los que lleven las andas de la Virgen, como había sido tradicional».
Un cabildo en el que también se aclara que es le corresponde «organizar la primera fiesta y que los oficiales del Concejo serán los que lleven las andas de la Virgen, como había sido tradicional», delegando en varios regidores las gestiones a realizar que concluyen en un acuerdo que establece la forma de realizar la procesión de acción de gracias, con bajada a Cabra de la Virgen: «a la llegada a la iglesia mayor, se diría a la Virgen una misa solemne, con música de capilla, ministriles y predicador».
Por su parte, como continúa nuestro cronista «el vicario don Juan Bautista Romero insiste en la conveniencia de que se aclaren las competencias del clero en estos actos», acordando el Cabildo municipal «delegar en el alcaide de la fortaleza - don Francisco Arias Carvajal - para que escriba al obispo y se conserve el derecho del Concejo a la posesión de la Bendita Imagen... y a que sus oficiales sean quienes la lleven en hombros » con lo que observamos la antigua tradición de que eran los munícipes los encargados de la honrosa tarea que hoy desempeñan los costaleros de la Virgen de la Sierra integrados en la Hermandad de San Rodrigo.
El relato introductorio a la composición de Jerónimo de Herrera que realiza Antonio Moreno Hurtado, nos aporta también interesantes datos sobre el proceso que se llevó a cabo en aquellos meses del verano de 1621. No solo se iba a intentar que la Iglesia reconociera el milagro de Martín Pacho, sino que por acuerdo del concejo de Cabra del 2 de julio de 1621 se «otorga un poder a Pedro Fernández de Paredes, procurador de la ciudad de Córdoba, para que lleve el proceso del reconocimiento del milagro de Pedro Martín Pacho ante la Iglesia además de otros milagros anteriores de la Virgen, sin dar detalle de los mismos». Como se desprende de la composición de Herrera, entre el milagro de Martín Pacho - que tuvo lugar el día 24 de junio de 1621 - y el día de la la Sierra del mismo año «se habrían producido 19 hechos milagrosos, de los que se habían seleccionado solamente cinco para su estudio y definición oficial por la Iglesia», tarea que habría de supervisar el obispo de la diócesis el dominico burgalés fray Diego de Mardones. Para ello envió a Cabra «un juez y un notario apostólico» que como señala Antonio Moreno Hurtado, se encuentran en Cabra en el mes de agosto de 1621 averiguando cinco milagros, lo que queda recogido en el acta municipal del 15 de agosto.
Finalmente el reconocimiento oficial por parte de la Iglesia tendría lugar en el mes de marzo de 1622 hecho que también señala Moreno Hurtado y que como indica en su libro se conserva en el acta del cabildo municipal en el que «el alcaide don Francisco Arias Carvajal informa de la feliz culminación de las gestiones para la publicación oficial de los milagros de la Virgen».
El poeta egabrense Jerónimo de Herrera, contemporáneo de Pedro Martín Pacho, narra así el milagro del que se cumplen 400 años:
A vuestro templo encumbrado
Pedro Pacho fue traído,
de manos y pies tullido
y de ambas partes quebrado;
llegó afligido y cercado
de deudos, que lo metieron
en la Iglesia y lo ofrecieron
a vuestra Imagen y a Dios;
y sólo, Virgen, con vos
lo dejaron y se fueron.
Comenzó tierno a invocaros
con lágrimas y suspiros,
y humildemente a pediros
la salud para alabaros;
y alzando el rostro a miraros
vio que el velo que os cubría,
en vivas llamas se ardía;
y del alma y pecho arroja
mil voces con la congoja
de ver que nadie acudía.
Aumentaron sus antojos
con llanto el desasosiego;
pensando apagar el fuego
con el agua de sus ojos,
y afirmándose en los flojos
pies, se levantó ligero;
dio, contento y placentero
cuenta a sus deudos, que entraron
y el sagrado velo hallaron
sano, sin llamas y entero.
En 2005 se publicó una edición sobre los Milagros de la Virgen de la Sierra, según el relato poético de Jerónimo de Herrera, con introducción del doctor Moreno Hurtado, en una publicación de la Real Archicofradía patrocinada por Federópticos Acosta. Una edición que, digitalizada y ampliada, se encuentra disponible desde 2014. También contamos con varios artículos publicados en La Opinión que nos acercan al protagonista y a los hechos de los que se cumplen este año cuatro siglos. Os dejamos los enlaces de estos trabajos.
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