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De la memoria a la alegría.
21.11.14 - Escrito por: Ángel Arrebola Fernández
El sacerdote de Zuheros que firma esta colaboración, se encuentra actualmente en Roma, trabajando al servicio de la Santa Sede en la Congregación para el Clero del Vaticano. En estas líneas recibidas desde allí, nos relata toda la emoción y el recuerdo de sus vivencias en torno a la Virgen, así a secas, que es como los devotos de Nuestra Señora de la Sierra, la llaman. Y la alegría de la posibilidad de que los zuhereños, puedan tenerla entre sus casas.
De la memoria a la alegría.
Cuántas veces, desde chiquito, el corazón se acelera con pensar que se preparan las cosas: buen pantalón y camisa, bien repeinao el pelo, cogido de la mano de mi madre o mi abuela ir corriendo hasta el Land-Rover de Rafalito "Barbero", que en aquellos días iba y venía haciendo viajes de Zuheros a Cabra, en el mes de septiembre.
La ilusión, el acelerón del corazón, no era otro que saber que aquel día íbamos a ver a la Virgen. (Porque en Zuheros, cuando se habla de la Virgen, se habla sólo de la Virgen de la Sierra). El día era especial en todo, desde el desayuno en la plaza de abastos de Cabra, hasta el retorno, ya con la luna reflejándose en los olivares de Antoñito Romero, al llegar a Doña Mencía.
Pero lo más importante era ese rato, que por largo que fuera siempre se hacía corto, delante de los ojos azulverdosos más bonitos del mundo. Allí, chiquitito como era, me sentía muy mirado desde el cielo, nada más y menos ¡que por la Madre de Dios!. El corazón era un hervidero de sentimientos, la cabeza un borbotar de ideas preciosas, los labios una cascada de ave marías.... Qué Ilusión! Ver a la Madre de Dios! Y no había que ir al cielo...sino a Cabra, y se volvía a casa con el corazón grande, henchido de alegría y cantando muchas veces las coplas de la Virgen que se cantan en Zuheros.
Pues he de decir que ese mismo revolcón del corazón he sentido cuando he conocido la posibilidad de que la Virgen de la Sierra, por gentileza de su Cofradía y con motivo de la Magna "Regina Mater" en la Santa Iglesia Catedral el próximo mes de junio, pueda devolver -una vez en la vida- los millares de visitas que ha recibido de sus devotos de Zuheros, como esas que describía más arriba, y que han jalonado mi vida y mi vocación.
Ojala se hiciera posible, ojala pudiéramos escribir en las crónicas de la Villa y Señorío, que la Madre de Dios que bajó del Cielo, bajó del cerro...y vino como buena madre, que "fue aprisa" (como dice San Lucas) a Zuheros y allí sus hijos la puedan recibir en su casa, como Isabel; desde que conocí la noticia sólo repito como jaculatoria, pidiendo que así sea, aquellos versos de la copla, de verdad:
Jesús qué gozo y qué alegría del alma mía como blanquean...
La Virgen de la Sierra ¡Bendita Sea!
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